
Vida en Abu Dabi
Froilán, un gesto de empatía en Ramadán: el hijo de la Infanta Elena se adapta a la vida en Abu Dabi
Es la tercera vez que lo realiza.

En una ciudad marcada por la modernidad y el lujo, Abu Dabi ha visto cómo Froilán de Marichalar, hijo de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, se ha sumergido en una nueva vida que, lejos de ser la de un turista o un hijo de la aristocracia española, ha abrazado con humildad. En 2023, tras culminar sus estudios universitarios, Froilán dio un paso decisivo en su vida, trasladándose a la capital de los Emiratos Árabes Unidos para comenzar una etapa profesional.
Lo que parecía una aventura aislada se ha convertido en una historia de integración y adaptación. Y es que el joven ha decidido practicar el Ramadán, el ritual más sagrado para los musulmanes, no solo como un acto simbólico, sino como un gesto de empatía hacia sus compañeros de trabajo. Tal como revelaba el periodista Aurelio Manzano durante su intervención en la sección "TÉMBola" del programa "Todo es mentira", Froilán no ha dudado en seguir el ejemplo de quienes le rodean, respetando el ayuno y absteniéndose de comer, beber, fumar e incluso de mantener relaciones sexuales desde el alba hasta el ocaso.

Manzano comentó que Froilán ya ha practicado el Ramadán en años anteriores. "No es la primera vez que lo hace, según me confirman, esta sería la tercera vez que lo hace", aseguró. Un acto que, más allá de su significado religioso, demuestra una sensibilidad que muchos no esperarían de alguien que, a pesar de su linaje y su conocida familia, ha sabido adaptarse al entorno que lo rodea.
Este gesto de solidaridad no pasa desapercibido. Como bien apuntó Manzano, la motivación de Froilán es clara: "Lo hace porque quiere empatizar con sus compañeros de trabajo. Si todos están haciendo el Ramadán, él no va a llegar y se va a sacar una comida. Me parece maravilloso que empatice con la gente, más allá de lo que significa para los musulmanes".
El 28 de febrero marcó el inicio de esta práctica este año, una tradición que se alinea con el noveno mes del calendario islámico, conocido por su carácter sagrado y profundo sentido de reflexión. Durante el Ramadán, los musulmanes se abstienen de los placeres terrenales con el fin de acercarse a Dios, un periodo que va mucho más allá del simple ayuno: es una experiencia espiritual que busca purificar el alma.
Si algo ha quedado claro, es que Froilán, en su nueva vida en Abu Dabi, no solo está aprendiendo a adaptarse al entorno profesional, sino que está desarrollando una conexión genuina con los valores que definen a la sociedad que lo acoge.
✕
Accede a tu cuenta para comentar