Momentos de tensión
Enrique Solís, novio de Vicky Martín Berrocal, denunciado por un altercado con una mujer
El hijo menor de Carmen Tello ha tenido problemas con una mujer en un hotel de Marbella, donde tuvo que intervenir la policía
Enrique Solís está en los últimos meses de plena actualidad tras confirmarse su romance con Vicky Martín Berrocal. Esto le ha vuelto a colocar en la picota informativa, cuando lleva años tratando de llevar su éxito de la forma más discreta. El empresario se ha puesto en boca de muchos y su popularidad está creciendo según van apareciendo nuevas imágenes en el kiosco rosa de su relación con la diseñadora. Pero no todas ellas son fruto del trabajo de los paparazzi, sino que la pareja tiene que soportar cómo cualquiera con un teléfono móvil pueda tener acceso directo a momentos íntimos. Y esto es lo que le ha sucedido el fin de semana pasado en Marbella, donde este incómodo suceso terminó en discusión hasta el punto en el que tuvo que mediar la policía y que se saldó con una denuncia interpuesta en contra el empresario.
Todo tuvo lugar el pasado fin de semana cuando Vicky Martín Berrocal congregó a sus íntimos a festejar su cumpleaños en un hotel de la Costa del Sol. Por supuesto, el hijo pequeño de Carmen Tello tenía un hueco destacado como novio de la protagonista, pero finalmente le acabó robando el foco principal al verse envuelto en una acalorada discusión. No vio con buenos ojos cómo una mujer que se encontraba en el interior del complejo hotelero estuviese fotografiando y grabando vídeos a su fiesta privada, tal y como destacan desde la revista ‘Semana’. Según la versión de ella, el empresario se acercó a ella “de muy malas formas” y le recriminó su actitud tras sorprenderla con su móvil. Eso sí, la denunciante asegura que estaba “tan tranquila bailando y pasándolo bien” con sus amigas y mantiene que no conocía al nuevo novio de la diseñadora andaluza.
Lo que ha puesto en conocimiento de la policía y la citada publicación esta mujer es que, supuestamente, Enrique Solís le increpó e incluso le acusa de haberla empujado y “quitado el teléfono de las manos” para eliminar las fotos y vídeos que había realizado. Ella se sintió humillada y no entiende muy bien él pensó que les estaba acosando: “Todo el mundo estaba con su móvil en la mano grabando, porque era el aniversario del local y en el momento que ocurrieron los hechos era cuando la tarta se repartía en el establecimiento”. Fue aquí cuando la mujer decide llamar a la policía para que medie entre ellos, pues uno mantenía su derecho a no ser grabado y la otra a su derecho a grabar lo que desease con su móvil.
Al final, la mujer que narra los hechos terminó presentando una denuncia “por la violencia con la que se sucedieron los hechos”. También quiso poner en manos de la policía este asunto al considerarse “privada a su derecho a la intimidad, viendo vulnerados sus fotos y vídeos más íntimos” y que “este señor, Enrique Solía, consideró, por su cuenta y riesgo borrarlos tras el hurto de mi teléfono, negándose a devolvérmelo”, se puede leer en la denuncia interpuesta en la comisaría de Marbella y a la que ha tenido acceso la citada publicación. Un escrito en el que incluso se recoge cómo la denunciante, identificada como G.H., llegó a pedir auxilio a la propia Vicky Martín Berrocal para que le ayudase en su disputa con su pareja: “La denunciante pide ayuda a la pareja del denunciado, no prestándose este a colaborar observando los hechos”. Así fue cómo una tercera persona le logra quitar el móvil de las manos al empresario, “cogiendo este a su vez la denunciante y saliendo fuera del local, donde se solicita presencia policial y posteriormente se personaron en el lugar varias patrullas de policía”.
¿Qué pretende conseguir la mujer que ha denunciado a Enrique Solis? Preguntado sobre esto a la supuesta víctima de las malas formas del novio de Vicky Martín Berrocal, asegura que “solo espero que se haga justicia y que a nadie le hagan pasar por este momento tan humillante que este señor me hizo pasar a mí sin yo conocerlo de nada”. Además, reitera el desasosiego que siente al acordarse de cómo no podrá recuperar las fotografías y vídeos que grabó aquella noche en el hotel de Marbella y en los que al final no queda claro si salían la diseñadora y el empresario como protagonistas del contenido eliminado: “No hay derecho a que yo me haya quedado sin mi material privado del teléfono porque a él le haya apetecido borrármelo, por muchas copas que llevara encima”, termina de acusar a la espera de que prosperen sus pretensiones legales.
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