En Nimes
Enrique Ponce se pone romántico con Ana Soria en su regreso a los toros
El diestro ha tenido varios gestos con su amada, que sufría desde el tendido cómo se enfrentaba de nuevo al toro
Este viernes 17 de mayo era un día importante marcado con especial ilusión en el calendario de Enrique Ponce, aunque no tanto para Ana Soria. El diestro retomaba su pasión por los toros volviendo a pisar el albero en la plaza para la Feria de Pentecostés de Nimes, donde su novia, desde el tendido, sufría lo más grande ante el miedo de que sufriese una cogida. La tensión para la joven es máxima, a juzgar por las imágenes de su encuentro taurino, aunque según avanzó la jornada se pudo relajar y comprobar el buen hacer de su amado con el capote y la espada. Tanto, que incluso se permitió el placer de tener un gesto romántico con la joven, llegándole a brindar uno de los toros de la tarde, ante los aplausos de los allí congregados y los vítores de los que les rodeaban.
Ana Soria, pese a este romántico gesto que recibió con una amplia sonrisa y sonrojándose ante el público, no pudo disimular sus nervios al ver a Enrique Ponce de nuevo jugándose la vida frente al toro. “Se me acelera el pulso cuando pienso en lo poquito que queda para verte brillar de nuevo”, escribía la joven en sus redes sociales antes del evento. Pese a esto, no lleva nada bien que se exponga de esta manera tras anunciar su retirada de los ruedos, pero ha decidido apoyarle en su decisión de coger de nuevo el capote y mirar a los ojos al morlaco, apoyándole desde el tendido.
No lo hace sola, pues a la cita también acudieron sus padres, así como su hermano, con los que disfrutó de una velada taurina en la que el diestro dejó muy buen sabor de boca. Primero entre los aficionados, que jalearon sus faenas, pero también entre los amantes de las píldoras rosas y las notas de color, que pudieron ser testigos de las muestras de complicidad entre la pareja, incluso desde la distancia. Por ejemplo, en el momento en el que, tras la faena, el torero le ha lanzado a su amada su montera, la cual ella ha recogido correspondiéndole con un beso catapultado al aire y que hizo las mieles de los allí congregados.
Cabe señalar que Enrique Ponce decidió cortarse la coleta y anunciar su retirada de los ruedos el pasado verano del año 2021. Tres años después ha querido enfrentarse de nuevo al toro y recibir el calor del público con sus movimientos de capote, compartiendo cartel con Alejandro Talavante y David Galván en la Feria de Pentecostés de Nimes. Su idea es que este presente año sea el último, cuando se materialice su retirada definitiva de las plazas de toros. Pero antes de decir adiós y centrarse en su vida personal y a amasar fortuna y sus otros negocios, quiere hacer historia con citas programadas en su calendario para torear en Sevilla o Madrid. Se estima que su último paseíllo sea el próximo 9 de octubre, en su Valencia natal, donde se dejará querer por sus convecinos, además de por la joven Ana Soria que, pese a sufrir desde el tendido, no está dispuesta a dejarle solo en sus últimas tardes de gloria.
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