«Alba es el amor de mi vida y creo que yo soy el suyo». Era la declaración de amor descarnada de Dulceida, el alter ego de Aida Domenech, hablando de su pareja Alba Paul Ferrer tras su reconciliación en abril de este mismo año. La influencer más importante del país ponía a las claras su intención de retomar la relación emocionando a sus millones de seguidores, tras un año y medio separadas y varios intentos de recuperar la relación. El proceso fue largo y especialmente traumático para Dulceida que en este tiempo, además del fracaso matrimonial, sufrió en sus carnes la pérdida de su abuela «Anita Dinamita», como la llamaba.

Decían necesitar un tiempo separadas para «comprobar si su relación tenía alguna posibilidad». La conmoción en las redes fue total, sobre cuando aparecieron los primeros rumores que hablaban de terceras personas entre ellas. La separación suponía, no solo un cisma entre sus seguidores, sino también el final de un negocio muy lucrativo para ambas. Su unión como pareja, lejos de diluir el mensaje conseguía multiplicar su efecto, razón por la cual las marcas se las rifaban. Juntas sumaban más de 4 millones de seguidores en redes, una cifra que no ha dejado de crecer desde la pasada primavera, tras su reconciliación.

Su vuelta significó también el regreso del tándem de mayor éxito en las social media. Así lo atestiguan los números de Dulce Week End SL. La empresa de Dulceida presentó sus cuentas en el Registro Mercantil hace unas semanas dejando patente su buen momento. En el año 2022 la sociedad declaró ventas por valor de casi 3,3 millones de euros, una cifra que supera ampliamente en casi 200.000 euros el dato declarado en 2021, donde la catalana facturó 3,1 millones de euros por sus trabajos publicitarios. Fundada en 2016, la empresa es, sin duda, el vivo paradigma del éxito de su administradora. Desde su creación sus ingresos por colaboraciones no han parado de crecer de forma exponencial. Tanto es así que el último año la empresa contrató a cuatro personas más en nómina hasta contar en plantilla con un total de trece. Contrariamente a lo que pudiera parecer, la sociedad siempre ha sido una empresa familiar. Aida Domenech figura como gerente, responsable financiero y gestor comercial mientras que su madre, Anna Pascual Huerta, el cerebro en la sombra del éxito de la modelo, se dedica a las labores de márketing y publicidad de la empresa. Además, en la sociedad Aida comparte protagonismo con su hermano Alex, que posee participación en las acciones.

Hermano influencer

La familia de Dulceida está igualmente implicada en el campo de la representación de artistas y la gestión de la carrera de las influencers. Su hermano pequeño, Alex Domenech, también es influencer y modelo, aunque no llega al éxito de su hermana. El joven montó en 2020 junto a su madre, Ana Maria Pascual, la pieza clave en el clan empresarial familiar, la empresa Igualmente Diferente SL. Una sociedad dedicada a la representación artística de talentos. La empresa está radicada en Madrid, para captar clientela entre los influencers de moda de la capital. La madre de Dulceida, además, es dueña de otra empresa a título particular, Coffe Milk Agencia Creativa SL, constituida en 2022 y de la que es administradora única desde noviembre del mismo año. Afincada en Badalona, se dedica a la «prestación de servicios a empresas y particulares en la organización de convenciones, ferias y eventos».