Entrevista

El día que José Luis Perales asistió a su propio funeral

El cantante ha tenido la macabra experiencia de asistir a su propio funeral en las redes sociales, cuando un usuario mexicano hizo pulular el bulo

José Luis Perales
José Luis PeralesGtres

Asistir a tu propio funeral se ha convertido en un macabro privilegio inventado por las redes sociales y su capacidad de enajenación colectiva en milésimas de segundos. La última víctima ha sido esta semana José Luis Perales, después de que un bulo, al parecer venido de una cuenta de Twitter mexicana, propagase en la tarde del lunes que el cantante conquense acababa de fallecer. Bien mirado, y una vez deshecho el entuerto con final feliz, podría considerarse afortunado, pues, como dice el refrán, en muerte y en boda verás quién te honra.

Sobre las siete de la tarde, hora española, ya aparecía su nombre en la lista de Trending Topics (temas del momento) de Twitter. Las redes sociales se convirtieron en un improvisado libro de condolencias donde la expresión más repetida era ¡Qué tristeza!”. Algunos medios, sobre todo de Latinoamérica, donde el artista es especialmente querido, detallaron que la muerte se debía a un infarto de miocardio. La Wikipedia actualizó su biografía, dándole por muerto el lunes 7 de agosto. Una vez que las agencias de noticas desmintieron la noticia, todos quisieron retractarse.

José Luis Perales
José Luis PeralesRedes sociales

Esta extraña suerte de observar tu propia defunción en vida hasta ahora se la reservaban algunos escritores. Gabriel García Márquez narró su entierro en un cuento en el que describió cómo un grupo de amigos acompañaban al difunto -él mismo- en una animada parranda con brindis y guitarras. El relato, que por cierto acabó en el cesto de los papeles inservibles, nació de un sueño que tuvo en Barcelona y lo reescribió en el prólogo de “Doce cuentos peregrinos”: “Soñé que asistía a mi propio entierro, a pie, caminando entre un grupo de amigos vestidos de luto solemne, pero con un ánimo de fiesta”.

De regreso a España junto a su familia, Perales ha preferido no alimentar este juego lúgubre y, según informa su hijo Pablo a LA RAZÓN, ha dado por zanjado el asunto con el vídeo que publicó en sus redes sociales la misma noche del lunes con el fin de certificar su no muerte: “Os hablo desde Londres, un sitio maravilloso donde he pasado unos días con mis hijos y mi mujer”. A continuación, mordaz, pero sin perder su serenidad, remató: “Estoy más vivo que nunca”. A sus 78 años, se mostraba sonriente y con muy buen aspecto. Gracia no le hizo, a juzgar por su idea de que todo ello ha sido fruto de “alguien con mala idea”.

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José Luis PeralesGtres

¿Quién fue el autor? Según el rastreo realizado en las últimas horas, el primer tuit lo publicó sobre las seis de la tarde algún usuario mexicano conocedor de la conmoción que este tipo de noticias generan en la población. Cada vez más, las fake news distorsionan la realidad provocando un grave impacto en la vida de las personas. Son una gran amenaza para la libertad de prensa y el periodismo. Es verdad que los bulos siempre han existido, pero su inmediata difusión en internet ha permitido que cobren una fuerza difícil de parar.

Pueden ser en forma de noticias o imágenes retocadas. Nos las cuelan porque están muy bien armadas para que se viralicen causando pánico general. Perales no es el primer famoso que se ha dado por muerto en redes. Esperanza Aguirre en plena pandemia, Justin Bieber, Barack Obama, David Bisbal, Miley Cirus o Fidel Castro. Con el dictador cubano ocurrió tantas veces que, cuando falleció de verdad, a los usuarios les costó creer que no fuese un bulo más.

Aunque la situación es desconcertante para todo el mundo, y especialmente sobrecogedora para la familia, la muerte ha dejado de ser tema tabú. Por esto mismo que le ha ocurrido a Perales, permitiéndole la posibilidad de observar el impacto de su muerte y de escuchar en vida lo que los demás puedan pensar, hay gente que paga un dineral. En países como Japón se ha puesto de moda celebrar el llamado “seizenso”, un funeral en vida. Es otra forma de lidiar con la muerte y, si se trata de una celebridad, se convierte en la versión más oriental de la telerrealidad. En Corea del Sur lo llevan al extremo encerrándose incluso en un ataúd con el fin de reflexionar sobre el sentido de la existencia.

Teniendo en cuenta el sello melancólico, tanto en la voz como en la composición, que ha hecho de Perales uno de los cantautores españoles más exitosos, podría aprovechar el incidente para darle un tono lírico.