Crimen en Tailandia
Daniel Sancho se queda sin defensa: cuenta atrás para buscar un abogado que pueda salvarle
La intervención de Marcos García Montes ha conllevado el despido del letrado tailandés. El acusado está actualmente sin defensa legal en Tailandia
A medida que avanza la investigación, a Daniel Sancho se le acumulan los problemas. El presunto asesino de Edwin Arrieta, que se encuentra en prisión preventiva en la isla tailandesa de Koh Samui, se ha quedado de momento sin representante legal, después de que el bufete que dirige Fernando Oca en Bangkok se haya desentendido de actuar en defensa de los intereses del hijo de Rodolfo Sancho. Seis semanas después de su ingreso en prisión tras confesar el macabro asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano, el youtuber se encuentra a la espera de juicio y, tal y como establece la ley tailandesa, ha de estar representado por un abogado local en las diligencias que se llevan a cabo en el país asiático. No obstante, según han confirmado a LA RAZÓN Carmen Balfagón, abogada de Rodolfo Sancho y portavoz de la familia en España junto a Ramón Chippirrás, «Daniel ha prescindido del letrado tailandés Kunh Anan, que hasta ahora había representado al hijo del actor en dicho país. Ahora necesita uno lo antes posible, sobre todo en materia de derechos humanos». Además, los representantes se mostraron ante este medio sorprendidos con la constante filtración de informaciones del caso, de las que ellos a menudo no tienen constancia alguna. Aún así, destacaron su «máximo respeto a la investigación en curso».
Este sorprendente giro estalló mediáticamente después de que el asesor en el procedimiento, Marcos García Montes, acudiera la semana pasada a acompañar a Rodolfo Sancho en su primer viaje a Tailandia. El propio Montes, que no puede ejercer en el país, recriminó con indignación al defensor tailandés Kunh Anan, el no haber requerido hasta ese momento las diligencias policiales practicadas.
Actualmente la policía tailandesa está ultimando el informe de investigación sobre el caso y tiene previsto entregarlo a la fiscalía a mediados de septiembre. «Todavía nos faltan varios resultados de sangre y ADN, que se están analizando. El documento final lo entregaremos a la fiscalía a mediados de mes», declaró ante Efe el agente Suteep Chadakarn.
Mal encaje de la información
En el país asiático está sentando fatal la información procedente de España, por el hecho de que se cuestionen sus métodos policiales, o el bienestar de los presos en sus cárceles, entre otros. Así lo trasladaron las autoridades a la propia embajada española y así lo reveló el propio Rodolfo Sancho: «Por favor, vamos a tener problemas». Para colmo de males para los Sancho, recientemente se han hecho públicas–a través de Antena3– las imágenes de la reconstrucción del escabroso crimen. Una escenificación en la que el propio chef describió relajadamente los detalles ante la policía local y donde se demuestra que pudo haber falta de rigor en ciertos momentos.
Esposado, el joven español aparece señalando las diferentes pruebas y escenarios donde se produjeron los macabros hechos, en un ambiente relajado y en medio de las risas de los agentes. Se trata de una recreación que se llevó a cabo al poco de haber realizado una inspección y de haber recopilado todo tipo de evidencias, como un saco de abono abandonado en un vertedero que contenía una pelvis e intestinos, todo apenas cuatro días después del crimen.
Y es que, según confirmó a LA RAZÓN un letrado hongkonés con conocimientos de la ley tailandesa, el trabajo de la policía es armar un caso cuando creen que se ha infringido la ley. Aunque, «su labor no es ni mucho menos ayudar, por lo que no hay que ser ingenuo. Con demasiada frecuencia, cuando los extranjeros tienen problemas en Tailandia prefieren confiar en familiares, amigos influyentes o quien consideren que puede ayudar». Las negociaciones directas con la
policía sin un letrado «exponen al sospechoso a técnicas y métodos de extracción de información desconocidos para el detenido
y que pueden usarse en su contra», advierte.
De su eventual colaboración en la investigación, así como de la pena que se le pueda imponer en caso de ser declarado culpable, y del acuerdo firmado en 1987 entre Madrid y Bangkok sobre «cooperación en la ejecución de sentencias penales», dependerá el resultado de un complejo y largo proceso que la parte española espera que concluya con su traslado para cumplir parte de la posible condena en España. A día de hoy, se desconoce la fecha oficial del juicio pendiente. Con todo, Montes recordó que, según el derecho penal tailandés, un acusado es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. Por lo tanto, aunque el acusado se haya declarado culpable, debe concederse el beneficio de la duda. En Tailandia, un juez decide sobre los procesos por delitos menores, pero si se trata de casos más graves se requieren dos o más magistrados. Con todo, la policía debe remitir los casos penales a los fiscales para que presenten cargos ante el tribunal en un plazo de 48 horas tras la detención. Se permiten prórrogas, y los agentes, con permiso judicial, pueden retener a los sospechosos hasta 82 días por delitos graves mientras se llevan a cabo las investigaciones. En el caso de Daniel, este periodo se cumpliría en octubre.
Choque entre letrados
Al parecer, en su reciente visita a Tailandia, los dos equipos de abogados de Daniel y Rodolfo Sancho tuvieron un duro enfrentamiento. El letrado Marcos García Montes, que afirma que el joven cocinero es inocente hasta que se demuestre lo contrario, recriminó al despacho de Kunh Anan que no le hubieran enviado copia de las actuaciones policiales tan pronto como aterrizó en el país asiático y que tuvo que pedirlas él por lo que, según sus palabras, perdió tiempo para hacer otras cosas. A cierre de esta edición, Daniel Sancho sigue sin letrado en Tailandia.
¿Qué ocurrirá cuando se cierre la investigación?
Si bien la Policía de Tailandia anunció el cierre de la investigación, el trabajo de recopilación y análisis de las pruebas continúa de forma discreta y en el marco de un procedimiento complejo, con cerca de treinta profesionales implicados. Una vez concluidas las pesquisas, el papel del fiscal es presentar hechos e información al tribunal para establecer la culpabilidad del acusado y solicitar al tribunal que lo castigue de acuerdo con las disposiciones del Código de Procedimiento Penal de Tailandia. A partir de ahí, corresponde exclusivamente al inculpado la decisión de declararse «culpable» o «inocente».
En caso de que asuma los hechos, la legislación de este país asiático permite al tribunal reducir la pena a la mitad como máximo. El fiscal no está autorizado a recomendar el castigo, como tampoco está prevista en el ordenamiento jurídico la negociación de los cargos o la declaración de culpabilidad.
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