Carlo Costanzia ha pasado unos días especialmente duros y es que recibió esta misma semana la noticia de que debía ingresar en prisión. Así se lo anunciaba la Audiencia Provincial de Málaga, que daba por buena la condena por un delito continuado de estafa agravada, que le aseguraba pasar los próximos 21 meses entre rejas. Sin embargo, al día siguiente de copar todos los titulares por la ratificación de la sentencia, él se presentaba ante los medios firme y dejando claro que “no iba a entrar en prisión”. Cree que no acabará pasando sus noches en una celda, pero lo que no puede evitar es tener que llevar la correspondiente pulsera telemática para que las autoridades le tengan en todo momento localizado y situado en el mapa.

Pero a Carlo Costanzia parece importarle lo más mínimo tener que continuar con su vida tranquilamente con una pulsera telemática a modo de tobillera. Si esto es el precio a pagar por su delito y también para evitar la cárcel, lo paga con gusto por primera vez, aunque lleva ya un año con este dispositivo. Así lo ha mostrado este viernes en sus redes sociales para el deleite de sus seguidores y es que no solo vuelve a presumir de escultural cuerpo y abdominales de acero, sino que además luce sin mayor problema la pulsera que lleva en su tobillo izquierdo.

El hijo de Mar Flores se ha regalado un momento de relax después de tanta tensión acumulada en los últimos días. Carlo Costanzia emplazaba los primeros momentos con pulsera telemática con GPS incluido pasando unas horas en la playa. Ha querido desconectar del mundo y reconectar consigo mismo, mostrarse de nuevo cómo es él sin importarle el qué dirán, dejando a un lado la preocupación por terminar entre rejas o por ser juzgado por su delito. Este dispositivo le permite gozar de una vida en régimen de semilibertad, aunque teniendo que cumplir con los horarios y restricciones marcadas por el juez.

Pero lo curioso de la última publicación de Carlo Costanzia no solo es el vídeo con el que muestra sin preocupaciones su pulsera telemática. Lo que más ha llamado la atención de todos es que lo haga precisamente ahora que ha conseguido eludir la condena a prisión y que lo haga con un mensaje muy contundente que deja claro lo poco que le importa lo que de él se diga ahora que sus problemas con la justicia están en boca de todos: “¿Qué tal una taza de me importa una mierda?”. Poco más puede añadir ante tan sincero mensaje.