Su madre está desesperada, incapaz de reconducir por el camino recto a su hijo. Lourdes Ornelas se viene abajo al ver que su vástago, Camilo Blanes ( ahora se hace llamar Sheila Devil), sube a sus redes sociales fotografías personales subidas de tono. Las últimas le han escandalizado. Camilin-Sheila aparece en tanga, de espaldas y enseñando buena parte de su culo. Unas imágenes que su progenitora considera burdas y desagradables, porque no vienen a cuento.

Pero a su hijo le importa poco o nada lo se diga de él, no hace caso a las críticas y vive la vida loca con desenfreno. Según parece, sigue manteniendo la relación con amistades nada recomendables, prácticamente reniega de su progenitora, a la que en ocasiones ha prohibido entrar en su casa, y la suciedad impera en todas las estancias de su vivienda. Que se vea el deterioro en su domicilio, plasmado en las fotos que sube a su Instagram, no le preocupa. Ni tampoco que algunos de esos amigos se lleven objetos que pertenecieron a su padre, el recordado Camilo Sesto. Una vida que es un desastre en toda regla.

Lejos quedan ya sus sueños de convertirse en un gran cantante, o de trabajar en el mundo de la música. Despilfarra el dinero de la herencia paterna y se limita a organizar fiestas con sus amigotes y a exhibirse en las redes sociales con posturas que se podrían catalogar como desagradables.