Buñuel, Rabal, Pinal y una cita a ciegas… Así se gestó "Viridiana"

Desde que Silvia Pinal, fallecida el jueves a los 93 años, conoció a Luis Buñuel en México, cuando el cineasta aragonés adaptaba al cine "Tristana", se marcó un propósito vital: haría una película con él. El deseo era casi imposible, teniendo en cuenta que en la mente del gran director de Calanda (Teruel), exiliado en aquella época, no estaba la idea de una película comercial. Sin embargo, la última diva del cine mexicano dio, como reconoció en 2009 durante el Festival de Cine Español de Málaga, con "el engranaje perfecto".

Su romance con el empresario de la madera Gustavo Alatriste, con el que compartió seis años de su vida, fue clave para que se gestase "Viridiana", la película que finalmente protagonizó. También Buñuel había expresado un deseo: "Quiero filmar una película en España, un film disruptivo, que dé vuelta la moral y los valores cristianos y, ya que estamos, gane la Palma de Oro en Cannes". Con dos voluntades tan firmes y un Alatriste dispuesto a financiar la película, solo había que encajar bien las piezas.

Aquí entró en escena, Francisco Rabal, que organizó la cita en un parador cuando la pareja mexicana viajó a España para convencer a Buñuel. El actor nacido en Águilas tenía 34 años y ya estaba casado con Asunción Balaguer. Había llamado la atención del director aragonés en la película “Historias de la radio” y le contrató para interpretar el personaje de Nazario en la película "Nazarín", rodada en México, su gran lanzamiento internacional. La admiración era mutua y habían forjado una buena amistad de la que cuajaron varios proyectos cinematográficos.

Buñuel regresó a España en 1960, tras su exilio de más de dos décadas por sus ideas comunistas y su ateísmo. Su vuelta se convirtió en necesidad imperiosa cuando su madre enfermó de alzhéimer. Fue Rabal quien, gracias a la mediación del diplomático Enrique Llovet, consiguió los permisos. Del encuentro entre actor y director ha trascendido una carta que Rabal escribió a su mujer Asunción el 26 de marzo de 1960: "Hoy comí con Buñuel en El Parador […] Hablamos de su viaje a España, de Ángel Guerra, de Toledo y de muchas cosas […] Tiene que ir ahora, casi seguro, a Francia para hacer los títulos de su última película, 'La joven', y aprovechará para ya, desde París, saltar a Madrid y quedarse ahí para hacer la adaptación de 'Ángel Guerra' […] Él ha puesto ya un telegrama a su hermano en Zaragoza para que le active los trámites en Madrid de su visado. Tiene todavía sus dudas por la censura, por su horror a los viajes…pero está muy animado".

Su llegada a España

El 17 de mayo, Buñuel entró por fin en nuestro país, donde después de ver a su familia visitó algunos de sus lugares más recordados como Zaragoza, Las Hurdes, Toledo o Madrid. Volvió a México y fue en un segundo viaje a España. A comienzos de ese verano de 1960, tuvo los dos encuentros decisivos para "Viridiana". El primero, en la finca de La Companza en Toledo, propiedad de los hermanos Dominguín. El segundo, organizado por Rabal, fue con Silvia Pinal y Gustavo Alatriste. La propuesta del empresario mexicano era una película sobre el alcantarillado de Ciudad de México que Buñuel rechazó. Finalmente acordaron que él escogería el tema con absoluta libertad. Quince o veinte días, recibió un telegrama aceptando su proposición. En julio de 1960, ya estaba trabajando en una primera versión del guion.

El 10 de agosto Buñuel firma un acuerdo con Alatriste por el que se compromete a escribir un guion por 100.000 pesos y dirigir la película por 150.000 si se rueda en México; 250.000 si es en España. El 15 de agosto firma otro acuerdo por el que Buñuel le cede a Alatriste los derechos sobre el argumento de "Viridiana". Se decidió que la película sería española, aunque tuvieron que ir recogiendo los sucesivos cambios de guion que fue imponiendo la censura. El rodaje empezó la primera semana de febrero de 1961.

Una película "impía"

La película ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes, el primer gran triunfo internacional del cine español. A pesar de las adaptaciones, la película, con la historia de una novicia objeto de los deseos inconfesables de su tío, no fue del agrado del régimen. Primero estalló la tormenta en El Vaticano. Franco leyó en "L'Osservatore Romano" que era una película impía. Entonces mandó quemar todo el material. Buñuel huyó por carretera hacia Francia con una copia que ocultó con capotes y los estoques de un torero. En la frontera, un guardia civil les deseó suerte.

La película se estrena por fin en España el sábado de gloria de 1977, aunque en los 60 ya se veía de forma clandestina. Una de las escenas intolerables para la censura franquista fue la mesa que recreaba la Última Cena. A falta de dos apóstoles, Buñuel escogió a un portero del plató y a uno de los sastres de producción. El final original fue cambiado. Jorge, el personaje que interpreta Rabal estaba con Ramona, la criada y, al llegar Viridiana, echa a la criada. La censura cambió el guion y se quedaron los tres personajes con la puerta a vierta y jugando a las cartas. su película tenía "una línea subterránea relacionada con el deseo".

Con "Viridiana", Silvia Pinal vio cumplido su sueño. Además, nació un vínculo con Buñuel amistoso muy profundo, hasta el punto de bautizar a su hija, fallecida de forma prematura, con el nombre de Viridiana. La actriz fue su musa y le inspiró algunos de los éxitos más importantes, como "El ángel exterminador" y "Simón del desierto". Cuando el director le pregunto por qué un burgués del sector de la madera había aceptado financiar de su bolsillo un proyecto cinematográfico, la razón fue aplastante: "Es que él me ama".