Belén Esteban se ha consagrado como uno de los rostros más populares de la pequeña pantalla y durante mucho tiempo su nombre se asoció a elevadas cotas de audiencia. Ahora, ante el inminente final de “Sálvame” y con un futuro algo incierto en la televisión, parece que su éxito se refleja también en el sector empresarial en el que se sumergió en 2021 cuando nació Sabores de la Esteban, la empresa bajo la que comercializa productos alimentarios, desde gazpachos y salmorejos hasta patatas fritas. Su negocio va viento en popa y ha permitido a la colaboradora tener un plan B por si termina su carrera mediática.

Pero no es Belén Esteban la única que ha salido beneficiada de esta aventura empresarial. Cool Vega, la empresa murciana que fabrica los productos comercializados por Belén Esteban, duplicó sus ingresos sólo un año después de asociarse con la tertuliana, un crecimiento que se mantiene a día de hoy y que esperan que vaya a más. “Se nos está quedando la ropa pequeña. Necesitamos agrandar tanto el almacén como la cámara frigorífica, los muelles de carga y descarga... Seguiremos creciendo”, asegura a “La Información” el director general de la compañía, Antonio Molina.

En este sentido, la empresa aumentará su inversión en 2024 y destinará más de dos millones de euros a seguir creciendo, con el objetivo de lograr un incremento de las ventas del 118% en los últimos tres años.

En su día, Belén Esteban aclaró a LA RAZÓN que lo que más le atrajo de Cool Vega fue la calidad de sus productos y su procedencia nacional. “Desde mi receta, buscamos una fábrica y encontramos la mejor de Europa: «Cool vega Company» en Murcia. Todo es nacional: los tomates, pepinos y pimientos de la huerta de Murcia, los ajos de Cuenca y el aceite de Jaén. No creas que hemos elegido lo primero. El resultado es el producto de un trabajo arduo. Hemos viajado y visitado huertas, hablado con la gente que sabe. Buscábamos calidad”, explicó.