Algo más que euros
Anabel Pantoja desvela qué herencia le dejó su padre, ahora que le tocaría repartir con ‘Pinocho’
La influencer ha recordado cómo fue las últimas horas con Bernardo Pantoja en el hospital y también qué le ha dejado como curioso legado
Anabel Pantoja ha vivido unos meses de muchos cambios, pero quizá el que más difícil al que se haya enfrentado es a la muerte de su padre, Bernardo Pantoja. Fue en noviembre de 2022 cuando el hermano de Isabel Pantoja perdía la vida a consecuencia de complicaciones de su condición diabética. Lo hacía en un hospital de Sevilla, rodeado de sus seres queridos, aunque con ciertas polémicas que el tiempo ha ido dejando atrás. Otras vuelven con fuerza, como es la aparición en escena de Luis Vicente Rico, popularmente conocido como ‘Pinocho’, que asegura ser su hijo y solicita a la que sería su hermana una prueba de ADN para demostrar el parentesco.
La justicia así se lo obliga, aunque él mantiene en todo momento que su lucha no es económica, sino por una cuestión de honor e identidad, además de poder llevar con orgullo el apellido Pantoja que le correspondería. ¿Pero qué más le tocaría si se demuestra que es su hijo? Una pista sobre la herencia la ha dado en su última entrevista a la revista ‘Lecturas’. Eso sí, no ha entrado mucho en materia, pues echando mano del humor a tirado balones fuera, pues no quiere desvelar el jugoso pastel que tocaría repartir. Y de dulces va la cosa…
Y es que Anabel Pantoja no ha querido entrar en cuestiones económicas. No se siente cómoda poniendo sobre la mesa lo que ha heredado realmente de Bernardo Pantoja. Menos ahora que quizá le llegue el momento de tener que repartirlo a partes iguales con quien podría ser declarado como su hermano legal. Para eso habrá que esperar. Pero sí hay una herencia que le ha dejado su padre y que lleva con cierta penitencia, aunque también con placer: “Me ha dejado la puñetera herencia de la adicción al chocolate ¡Ya me podía haber dejado mi padre otra herencia!”, resolvía la delicada cuestión con humor.
“Fue un palo, aunque esperado, porque llevaba enfermo bastante. Fue una época muy chunga. La cobertura que se hizo no se la merecía él, ni tampoco yo. Fueron unos sinvergüenzas y unos maleducados, se propasaron límites con una compañera. Pese a todo, recuerdo vivir momentos divertidos con él en el hospital. Me he reído mucho con él, era un cachondo”, recuerda Anabel Pantoja, que pronto le llega a la memoria una anécdota: “Hubo ratos buenos como cuando le regalé la moto para personas con movilidad reducida. ‘Quiero la que corra más’, me decía”, detallaba a la citada publicación.
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