Entrevista

Ágatha Ruiz de la Prada: «Casarse con Carlos Slim es un buen plan»

En plena promoción de su libro «Todo por un plan», esta imparable empresaria nos da sus claves vitales para sobrevivir

Ágatha Ruiz de la Prada
Ágatha Ruiz de la PradaCedida

Lleva toda su vida «trabajando como un fiera» y con un objetivo existencial: «no decir nunca que no a nada y disfrutar aquello que tengo a mano». Una forma de vivir que le ha granjeado a Ágatha Ruiz de la Prada (Madrid, 1960) un incuestionable éxito profesional e innumerables experiencias, que ahora desvela en «Todo por un plan», su último libro. Cuando me coge el teléfono para charlar sobre este divertidísimo y honrado desahogo editorial con La Esfera de los Libros, sus primeras frases ya retratan lo que nos aguarda: «Me pillas con un trapo en la mano y buscando un líquido, Cris. Como no sé cocinar, me encanta limpiar. Es como mi yoga. Del otro no quiero saber nada. El otro yoga es de personas que solo se miran a sí mismas. Que están todo el tiempo estoy bien estoy mal, respiro... Todo el día intentando encontrarse. ¡Pues haz algo!». Lo dicho. Pura Ágatha. Una mujer que responde siempre con un «claro» y un «ahora mismo».

Arranca su libro señalando que la mejor forma de evitar discusiones en un matrimonio en tener siempre gente en casa. Pero eso, al final, tampoco le funcionó...

A corto plazo es colosal. Lo de tener un invitado evita discusiones. Ahí te cortas. Estás pensando en él y en darle temas de conversación.

También reconoce que a sus hijos «tener unos padres tan conocidos les ha sentado fatal». ¿Tristán y Cósima están de acuerdo?

Son muy listos y reconocen que les ha sentado como un tiro. Han tenido demasiado foco, se comparan con nosotros y deciden que lo mejor es no hacer nada para no competir. Eso es un error brutal.

En el capítulo que dedica a sus amigas confiesa que ha sido muy dependiente de ellas. ¿Eso cómo lo lleva?

Ahora me estoy haciendo un piso nuevo y tengo dos habitaciones para vivir con mis amigas. Lo malo es que no comen nada ni saben cocinar. Estar con amigas es lo mejor que te puede pasar. Las amigas te salvan. Cuando te va bien, cuando tienes pareja, te olvidas ellas, pero cuando estás mal la únicas que te consuelan son ellas.

Reconoce abiertamente que la televisión fue un medio para ganar dinero cuando se separa y cuando empieza la crisis de sus tiendas ¿Está en peligro la marca Ágatha Ruiz de la Prada?

Tengo la suerte de que tengo muchos años y que soy casi la única diseñadora conocida de España, si me va mal a mí tiene que ser que le vaya mal a todos los demás, yo trabajo muchísimo y me va relativamente bien, pero el mundo del textil es muy difícil. Hay dos o tres que lo bordan, como es el caso de Amancio Ortega. Cuando me separo tengo que pagar a la muchacha, la portería y por eso digo que sí a cosas de la televisión que antes hubiera rechazado.

¿Desde cuándo pide las sobras para sus perros en los restaurantes?

Yo tengo muchos perros y me molesta mucho que tiren la comida, incluso que no me puedan dar lo de las otras mesas. Debería haber una ONG que pudiera recogerla pero el estado prefiere que se mueran de hambre. Y Sanidad tampoco deja.

Destaca la importancia de la buena educación. ¿Hay mucha o poca?

Hay muy poca educación y no se valora nada la gente bien educada. Los niños no están bien educados. Yo iba con mi madre a muchos planes con personas mayores y escuchaba. Ahora a esos niños no les interesa, les parece horrible escuchar a un señor mayor.

Y asegura que se cuida menos que otras famosas. ¿Cómo lo sabe?

¡Coño, porque trabajo más que ellas! En cuidarme pierdo mucho tiempo. Son muchas horas y dinero. El tiempo que pierdes es tremendo.

En el capítulo de sus planes increíbles, habla de las tres bodas reales y del Baile de la Rosa en Mónaco, entre otros. ¿Dónde ha visto más amor?

A mí lo que me gustó de las primera boda de la infantas fue el amor de Sevilla, porque se vistieron todos como si les hubieran invitado a ellos. Fue maravilloso. Las otras dos fueron complicadas, en Barcelona, con el ambiente que había, y la de Madrid, con la lluvia y tras los atentados, fue triste.

Reconoce que «estar con un tío sí es un buen plan» y de su pareja, José Manuel, destaca que le gusta que sea de campo…

Mi novio está como un tigre contra el libro. Me dice: «Al menos cuenta que soy buen abogado» (risas). José Manuel me gusta porque es muy guapo. Nunca he tenido un novio tan guapo y sabe mucho. Tengo mucha suerte con él, la verdad.

¿Y el anillo para cuándo?

El plan de boda es un mal plan, yo mañana me separo de José Manuel y como mucho le tengo que devolver un par de pantalones. Si te casas ya tienes que ir al abogado, y empiezan los odios. Casarte, a no ser que te cases con Carlos Slim… Ése sí que es un buen amor y un buen plan.