Opinión
Los sábados de Lomana: Catanas, odio islamista y la sortija cambiante de Tamara Falcó
Creo que el Islam es el mayor problema estructural al que se enfrenta Europa y todo Occidente
Hay semanas como esta en la que el grado de asombro, rechazo y asco por todas las noticias tan disparatadas que nos rodean crea tal desolación que dan ganas de irse a un lugar lejano donde vivir sin sobresaltos a una sociedad sonriente en la que nos sintamos protegidos y a salvo de tanto cafre. Esa España cafre a la que se refiere Ruiz-Quintano que lo mismo grita «mono» a Vinicius en el campo de fútbol que «asesina» a Ayuso en la Universidad.
Es desalentador ver cómo los jóvenes que tienen el privilegio de estudiar y formarse en una universidad pública pueden tener esa intolerancia por mucho que no estén de acuerdo con su forma de pensar. ¿Qué me dicen ustedes de la mejor alumna según la Complutense, con su momento de gloria faltando el respeto a nuestra presidenta de la Comunidad y a todo el que se mueva fuera de su pensamiento? Pero la realidad es que la lista de la clase no sabe hablar, ni maneja el lenguaje excepto para soltar improperios y quedarse tan feliz, pensando qué lista soy y cómo les he dado a todos en «los morros»; está encantada de haberse conocido.
Ayer leí que el Rey Emérito ya está decidido a fijar su residencia en Abu Dabi y pagar allí sus impuestos. Me parece muy coherente con el país que le ha acogido y que le trata y cuida de maravilla. Ha rejuvenecido y adelgazado bastantes kilos, y uno debe estar donde le quieren y respetan. Se le ocurrió venir un fin de semana a España y este difícil y desagradecido país lo único que hizo fue criticarle y ponerlo a escurrir. Debió marcharse feliz de abandonar tanto rencor y mala uva.
Lo que ha colmado mi horror ha sido ver a ese asesino de origen magrebí blandiendo una catana. En plan vencedor, amenazando, matando sin piedad en nombre de Alá a un pobre sacristán que confundió con el párroco y a otro sacerdote de diferente parroquia que el pobrecito ha conseguido salvarse de las heridas que le produjo la bestia con forma humana. Después de asesinar se marchó caminando con su machete ensangrentado de la Plaza de la Palma dejando el cadáver de un buen hombre querido por todos sus vecinos, padre y abuelo tirado en el suelo.
Odio contra Occidente
Empiezan los inevitables comunicados políticos de los partidos, todos queriendo ser políticamente correctos y diciendo que no todos los musulmanes son iguales. Eso ya lo sabemos de la misma forma que sabemos el tremendo odio que han esparcido contra los occidentales a través de la historia. Quemas de Iglesias en Francia, atentados donde han muerto cientos de personas, periodistas puestos de rodillas y estos bestias haciéndose fotos antes de cortarles la cabeza con una catana de similares características a las que empleó el asesino de Algeciras. Hemos visto matar a una mujer en Irán por llevar el pañuelo en su cabeza mal puesto y querer ahorcar a un futbolista iraní por defender a las mujeres. Sin ir más lejos hace tres días el embajador de la República Islámica de Irán en la presentación de credenciales ante los Reyes no ha querido dar la mano a la Reina Letizia por ser mujer. Creo que el Islam es el mayor problema estructural al que se enfrenta Europa y todo Occidente.
No va a menos, va a más. Por todas estas cosas no saldrán de mi boca justificaciones hacia estos actos. Ojalá la próxima crónica sea tan divertida como la historia por capítulos de la boda y la sortija voladora y cambiante de Tamara Falcó e Íñigo Onieva.
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