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Sí, porfa, menos gritos y más susurros

“Los que llegan al poder son los peores”, afirma el economista Juan Ramón Ballo

El Nuevo Año nos trae una nueva mutación de Pedro
El Nuevo Año nos trae una nueva mutación de PedroFernando.Calvo Fernando.CalvoEFE/Pool Moncloa/Fernando Calvo

Juan Ramón Rallo, economista, autor del libro «Anti-Marx» (me imagino que no será anti Groucho), sentencia en una entrevista: «En la política hay una selección adversa muy clara: los que llegan al poder son los peores». ¿Se podría añadir los más guapos? ¿Y los que mejor modulan la voz a la hora de engañar? Digo lo de la voz porque Jorge Bustos nos ha ofrecido en «El Mundo» una clave sobre cómo Él aflauta el tono en su discurso: «Modula la voz hasta licuarla en un hilillo de dulzor fónico sólo al alcance de una teleoperadora erótica. El amor que ofrece la teleoperadora es mentira y las promesas de Pedro también».

Lo de la teleoperadora de línea erótica me parece un hallazgo. Santiago González también incide en la voz presidencial: «Todo ello modulado con ese tono engolado y lamerón que ha convertido en marca de la casa y con el que desliza las mentiras más gordas de su repertorio». El adjetivo «lamerón» refuerza la metáfora teleoperadora. Dudas: ¿Se impondrá entre los políticos el asesor/logopeda que les ayude a conseguir ese tono de voz embaucador y cachonduelo? Cara a las elecciones, ¿abrirá la Moncloa una línea erótica para atención y consuelo de onanistas solitarios que dudan entre la abstención del Club de los Desencantados (Sabina, Víctor Manuel, Miguel Bosé…) y la tentación perversa de votar al PP?

¿Modificará Feijóo su voz para alcanzar tonillos susurrantes, cálidos y excitantes? ¿Alcanzará Cuca Gamarra la voz caliente y seductora de Marilyn entonando el «happy birthday» a Kennedy? Pero no nos pongamos sublimes: quizá lo que el español/española entiende por erotismo ha decaído. Ahí está la frase de una concursante de “«First Dates» a su cita: «Aprovéchame, que llevo las bragas limpias». Ojo.