El millonario negocio que mantiene unido a Risto y Laura Escanes

Si hay una pareja que ha dado que hablar en los últimas semanas esos son Risto Mejide y Laura Escanes. El suyo fue un amor que comenzó y terminó en las redes sociales a golpe de «follow». La pareja daba por finiquitada su relación a través de un comunicado en Instagram, las misma red que les unió hace siete años. Entre medias, un matrimonio fallido, una hija en común, y el runrún de que en la pareja eran multitud. Roto su matrimonio, el publicista y la influencer emprenden caminos separados, pero con lazos aún en común. Risto y Laura comparten negocios juntos, y bastante prósperos, además. Se trata de una empresa que este último año les ha hecho millonarios y que, por el momento, siguen teniendo en común.

Afincada en la calle Morales de Barcelona y bajo el nombre de Tuyyoqué Studio SL, la sociedad se dedica al «arrendamiento de la propiedad intelectual y productos similares», aunque su vocación queda reflejada en su objeto social: «la consultoría, creación y gestión y desarrollo de cualquier tipo de software para plataformas de dispositivos telefónicos o móviles». La sociedad es una secuela de Downloading Name SL, también propiedad de Risto Mejide e inactiva hasta 2015. Bajo este paraguas, la ex pareja ha conseguido levantar una empresa tan tecnológica como rentable. Con solo dos empleados, la sociedad está abonada al éxito desde su creación a juzgar por sus cifras, que han ido creciendo año tras año de manera exponencial.

El último balance de 2021, presentado hace escasas fechas, da buena cuenta de ello. La pareja facturó por sus servicios 1.149.000 euros en dicho ejercicio, embolsándose tras impuestos la cantidad de 558.000 euros. Los números verdes no quedan ahí; la sociedad acumula años de ganancias consecutivas, dándose la circunstancia de que el año que han anunciado su ruptura la pareja ha pasado a multiplicar por dos la facturación de los ejercicios anteriores (567.000 euros en 2020 y 549.000 en 2019). Los números verdes florecen en sus cuentas, hasta el punto de que Risto y Laura acumulan activos en su sociedad de casi 1.1 millones de euros.

Empresa millonaria

El aumento en la cuenta de resultados de la empresa se debe al último proyecto presentado por la pareja cuando aún estaba junta, el pasado mes de junio. Se trata de «Cariño, pero ¿qué dices?», un podcast lanzado por la empresa Phi Beta Lambda Podcast, encargado de su producción, y lanzado a través de la plataforma Podimo. En el podcast, su primer proyecto profesional, Risto y Laura conversaban a lo largo de varias entregas sobre su vida, su relación y su visión del mundo. La idea era atraer una audiencia potencial amplia conjugando los dos targets de la pareja, el de Risto como publicista y presentador y el de Escanes como modelo e influencer.

Con motivo del lanzamiento, el pasado 12 de junio, la plataforma recreaba un escaparate en el edificio del Hotel Riu Plaza de España, en Madrid, que simulaba el salón de su casa. «Cada podcast es una conversación real e íntima», afirmaba Risto en la presentación. El proyecto, acabada la primera temporada, está hoy en el aire. La pareja firmó una primera entrega de nueve capítulos que los casi 70.000 suscriptores de la plataforma han acogido de forma positiva, pero ahora la idea ha perdido sentido, según sus productores. El hecho de que ya no sean pareja ha hecho «parar en seco» el proyecto, al menos de momento. El mal rollo entre Risto y Laura es más que evidente. Risto dejó de seguir a Laura en las redes sociales –ese nuevo termómetro de las relaciones–, nada más publicarse unas fotos de Laura besándose con el cantante Álvaro de Luna. Su relación ahora mismo es nula, más allá de lo estrictamente relacionado a Roma, su hija en común, que el pasado 2 de octubre cumplió 3 años. La pareja lo celebró comiendo en un conocido restaurante japonés de la Milla de Oro de Madrid. La tensión, al parecer, se cortaba con cuchillo entre ellos. Un mes después, Laura ya ha abandonado el chalet familiar cercano a la calle Pradillo donde vivía con Risto y se ha mudado a las afueras de Madrid. Personas cercanas a la pareja aseguran que sentarse para conversar amigablemente es lo último que tienen intención de hacer por ahora.