Mucho se ha comentado sobre el museo de Rocío Jurado, que por fin abrió sus puertas hace pocos meses tras unos años en los que una serie de desencuentros y problemas burocráticos impidieron su puesta en marcha. En un nuevo episodio de “En el nombre de Rocío”, la serie documental de Rocío Carrasco que se emitirá en la noche del 7 de noviembre en Telecinco, la heredera universal de “La más grande” explicará de una vez por todas por qué no quería que fuese su tío, Amador Mohedano, quien gestionara el recinto dedicado a la figura de su madre.

Tuvieron que pasar cinco años hasta que Rocío Carrasco se sintió preparada para despedirse de algunos enseres de su madre tras su muerte y trasladarlos al museo, tal y como a la cantante le hubiera gustado. En aquel momento, la primogénita de la Jurado todavía mantenía una relación cordial con Amador Mohedano y lo eligió para recibir los objetos en Chipiona, aunque ya empezaba a sospechar de sus tejemanejes. “Quiero un notario que haga un acta de recepción y que esté presente cuando se introduzca todo en el museo, que tome nota y que levante acta porque no me fío de mi tío Amador”, cuenta en el avance del último episodio.

Además, Rocío Carrasco asegura que buena parte de su familia mediática se alió contra ella para hacer ver de cara a la opinión pública que era la única culpable de que la apertura del museo de Rocío Jurado se demorara durante tantos años. “Son una banda organizada, van todos con una misma finalidad y hacen ver que todos ellos están unidos y la única que no quiere tener relación soy yo. Van contra mí. Está todo premeditado, organizado”, relata.

No es la primera vez que Rocío Carrasco carga contra sus tíos en su serie documental. La heredera universal de Rocío Jurado asegura que tanto Amador como Gloria Mohedano se mueven solo por el interés económico y los acusa de aprovecharse de la figura de su madre para rentabilizarla.