Entrevista
Genoveva Casanova: “No me cierro al amor si aparece un hombre que sume en mi vida”
La ex mujer de Cayetano Martínez de Irujo dice que echa de menos a la Duquesa de Alba, a la que quería como a una madre
El mes de noviembre es muy especial paraGenoveva Casanova, el día 8 celebrará su 46 cumpleaños, y el 20 será el octavo aniversario del fallecimiento de la Duquesa de Alba, la que fuera su suegra y a la que ella recuerda «con inmenso cariño todos los días». A pesar de que su matrimonio con Cayetano Martínez de Irujo se rompió en octubre del año 2007, la mexicana confiesa que «nos une una relación de mucho respeto y cariño». De hecho, Genoveva trabaja al lado del padre de sus dos hijos en los negocios relacionados con la organización de eventos en las dos fincas pertenecientes al hijo de la Duquesa.
«Estoy muy ocupada en el tema de las fincas organizando todo lo relacionado con el turismo rural y con los eventos que hacemos en ellas. Ahora estamos restaurando la casa de La Motilla, que es una posada del siglo XVI situada en la localidad sevillana de Carmona. Dentro de la finca se encuentran dos cortijos. Un tablao flamenco, cuadras de caballos… la restauración ha quedado muy bonita, alquilamos habitaciones y organizamos eventos».
En unos días se cumple un nuevo aniversario de la muerte de la Duquesa. Su unión con ella traspasó los límites de la ruptura con su hijo.
Éramos muy parecidas en muchos aspectos de la vida, en la pasión por el arte y en la vocación solidaria, por ejemplo. Pasábamos mucho tiempo juntas y era una mujer muy graciosa y cariñosa. La echo mucho de menos, para mí fue como una segunda madre.
Y qué importante es mantener una relación tan cordial con Cayetano…
Por el bien de nuestros hijos y por nosotros. Es lo mejor para los cuatro, ¿no?
Pero en el proceso de divorcio hubo algún desencuentro...
Tuvimos diferencias porque en todos los divorcios hay un poso de dolor. Pero hemos tenido la suerte de que el cariño que quedó del uno hacia el otro fuera más fuerte que cualquier problema.
Genoveva Casanova también habla con afecto de Bárbara Mirjans, la actual pareja sentimental de su ex marido: «Tenemos una muy buena amistad, es una mujer encantadora. Nos llevamos muy bien. Y ver a Cayetano tan feliz a su lado es importante».
Es íntima amiga de Paloma Cuevas y Luis Miguel. ¿Acabarán casados?
Les quiero mucho a los dos y ninguno me ha hablado de boda. Pero, sinceramente, es un tema en el que no quiero entrar, porque respeto mucho la vida privada de toda la gente a la que quiero. A mí no me corresponde ofrecer una opinión pública sobre eso. Les tengo muchísimo cariño a ambos y lo único que quiero es que sean felices. De verdad, no tengo ni idea de la situación que tienen.
La entiendo, pero los rumores de boda son intensos.
Que yo sepa, no hay nada que contar, y el día que lo haya, que sean ellos mismos quienes digan lo que proceda.
Con Paloma Cuevas le une su fervor religioso…
Soy una persona muy creyente, la religión es una prioridad muy importante en mi vida.
Algunas de sus mejores amigas han estado en el santuario de la Virgen de Medjugore, en la antigua Yugoslavia. No la hemos visto por allí.
Me gustaría visitar ese lugar algún día, me han hablado maravillas… Me encantaría ir, pero aún no se me ha presentado la oportunidad. Le preguntaré a Paloma si tiene pensado viajar hasta allí de nuevo.
Usted no tiene actualmente pareja. ¿Está desengañada del amor?
No creo que ahora me anime a tener pareja. Lo que no significa que esté desengañada de los hombres. Pero tengo una vida muy llena con mis hijos y mi familia, además, Cayetano y nuestros hijos son todo lo que necesito en realidad… y luego los seres a los que quiero, mi familia que vive en México. Cayetano es uno de mis mayores apoyos, un gran soporte en mi vida.
¿Se cierra totalmente en el terreno del amor?
No me cierro… si en el futuro aparece otro hombre que sume en mi vida, alguien con quien compartirlo todo…
¿Y cómo se encuentran sus hijos?
Amina y Luis están increíbles, estudiando mucho, comenzando sus vidas laborales, y estoy muy contenta por ellos. Tanto su padre como yo les hemos inculcado valores como la generosidad y la solidaridad con los demás, y el amor por el trabajo y las ilusiones… Que se marquen metas en la vida y que cumplan sus sueños.
En el plano de la solidaridad habla del desconsuelo que le produce contemplar la situación que esta viviendo la población ucraniana en la invasión de Rusia, y admite que «me he puesto en contacto con varias oenegés que trabajan allí porque se me ha pasado por la cabeza ayudar sobre el terreno».
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