Entrevista
El regreso de Elsa Anka: solidaridad, boda y una hija en «First Dates»
Vive volcada en sus proyectos con la Fundación Mañero: «En Cataluña creo que podemos convivir sin imponer», dice
Elsa Anka ha conseguido una de las cosas más complicado cuando se es personaje. La actriz y presentadora ha sabido compaginar su vida privada con la pública. Comenzó a ser conocida por «Polvo de estrellas», «El juego de la Oca» y compartiendo plató con Emilio Aragón en «Noche, noche». Vive en Barcelona y lleva varios años colaborando con la fundación del doctor Iván Mañero. Cuando pudo viajar lo hizo a Guinea Bissau, uno de los países más pobres de África donde el médico catalán ha montado hospitales y escuelas. En el apartado afectivo tampoco ha tenido grandes exclusivas con novios o parejas complicadas. Después de dos matrimonios, tiene previsto casarse una tercera vez . Lo hará en Andorra donde vive Victor Prat-Heimler. Conoció al abogado y financiero en una boda y la decisión de compartir proyecto de vida es ya una realidad. Anka compartió sus confidencias en la presentación como imagen de la firma catalana de mueble y creación de espacio Mimma Gallery.
Lleva diez años colaborando con la fundación del doctor Iván Mañero...
El hospital pediátrico de Guinea Bissau atiende cada año a más de 50.000 pacientes, un orfanato con cien niños, una escuela infantil y otra para enseñar oficios y muchos más proyectos. Es algo emocionante ver cómo con pequeñas iniciativas se han conseguido grandes proyectos. Cuando acabó la pandemia viajé y pude abrazar a la niña que amadrino. Fue precioso.
Esta imagen solidaria suya es poco conocida
No lo voy a ir gritando por ahí. Lo que hago es darla a conocer y ayudar en lo que puedo. Son proyectos de educación y sanitarios y de apoyo a las mujeres para sacar a sus familia adelante.
También participa en las presentaciones que hace el doctor Mañero. Es de las pocas mujeres conocidas que reconocen sus operaciones...
¿Y por qué no lo voy a decir? Me operé el pecho y la nariz. Del resto nada, pero si algún día me quiero hacer un «lifting», me lo haré. Creo que hay que estar bien con uno mismo .
¿A veces la cirugía esconde problemas de autoestima?
Puede ser. Lo importante es encontrar el equilibrio. Lo que no se puede conseguir es querer ser Angelina Jolie y deprimirse por no serlo. Y me parece igual de bien quien se acepta tal cual es.
Se le ve feliz. Su hija Lidia triunfa en «First Date» y su hijo, que no quiere visibilidad, es muy buen estudiante.
A los hijos hay que darles herramientas para que se desenvuelvan en la vida. Los dos son personas estupendas, buenas y generosas. ¡Qué voy a decir yo que soy su madre! Pasamos el confinamiento juntos y nos volvimos a reencontrar los tres.
¿Y qué dicen sus hijos de que se vuelva a casar por tercera vez?
Están encantados. Les gusta Victor porque ven que me cuida y que me quiere mucho. Aún no tenemos fecha cerrada. Nos gustaría, en primavera. Es muy detallista y lo va a organizar todo.
¿Es verdad que se conocieron en una boda de unos amigos comunes?
Sí, se cumple el dicho «de una boda sale otra boda», y en este caso así ha sido. Llevamos dos años y cada uno ha tenido que acoplar su vida a la del otro. Tenemos hijos que aunque son ya mayores hay que contar con ellos. Lo que no es cierto es que se pusiera de rodillas para pedirme que me casara con él. Estábamos solos en el restaurante porque lo había reservado y yo pensaba que era por tema Covid que no había gente. Y pensaba, pobres, que no tienen ningún cliente, solo a nosotros. Luego lo descubrí con el postre.
Se puede decir que está en una etapa de su vida afectiva y profesional muy buena
En el aspecto personal lo definiría como un momento sereno. Algo que he querido siempre. Soy una persona que no busca el movimiento porque soy tranquila por naturaleza, e incluso aburrida. Y en cambio en el terreno profesional, sí me gusta el movimiento. Hemos salido de una pandemia terrible y como la mayoría de los profesionales, intentando remontar.
¿Su exposición pública nunca le ha perjudicado?
Tampoco la he buscado. Me cuesta ver titulares relacionados con mi vida privada, prefiero que sean profesionales.
Vive en Barcelona. El independentismo no lo pone fácil. Las imágenes del año pasado eran terribles.
No lo ponen fácil. En Cataluña, se vive de una manera diferente cuando estás allí o fuera. No soy independentista. Amo a mi tierra, mi gente, mis costumbres. Creo que podemos convivir sin imponer.
En Cataluña, al Rey Felipe, los representantes de las instituciones catalanes no le saludan o le hacen feos...
Me parece de una mala educación tremenda. Creo que hay una puesta en escena lamentable.
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