Escándalo en Nueva York
Primera confesión de Justin Timberlake tras ser detenido por conducir borracho
El cantante dice que solo se tomó “un Martini”, aunque la policía dice que no podía ni andar, ni hablar y que su mirada estaba perdida. Aun así conducía…
Justin Timberlake es capaz de producir auténtica magia cuando se sube al escenario, pero sus truquillos fuera del foco no son tan espectaculares y, ni mucho menos, vienen seguidos de aplausos. El cantante y actor, quien fuese pareja de Britney Spears o marido de Jessica Biel, ha sido detenido el pasado martes en Nueva York por conducir bajo los efectos del alcohol. Aunque ha tratado de minimizar lo que sucedió, la versión de la policía de Long Island no deja lugar a dudas: se pasó de copas y encima puso en peligro su vida y la del resto al tomar el volante. De hecho, fue detenido cuando los agentes se percataron de que su conducción era errática y peligrosa, pues incluso se saltó una señal de Stop en su trayecto por la gran manzana.
Ahora, su paseo de la vergüenza a bordo de un BMW 2025 le está generando una avalancha de críticas. El escándalo está pasándole factura en el terreno profesional, pero también está a la espera de conocer la repercusión personal y legal de su hazaña, a la espera de que el juez de los tribunales de Sag Harbor se pronuncie. Se le espera una multa ejemplar, aunque en el terreno económico es difícil hacerle daño por su buen remunerada trayectoria profesional. Eso sí, la polémica sí está haciendo mella en su imagen pública, la cual se ha visto desgastada hasta tal punto por este entuerto, que se ha visto obligado a dar explicaciones y entonar el mea culpa.
Así lo ha hecho durante su último concierto en Chicago. Se subió al escenario del estadio United Center tratando de pasar por alto el escándalo de días atrás y su detención por conducir bajo los efectos del alcohol. Le fue imposible esquivar la cuestión, por lo que al final tuvo que hablar de su “difícil semana”, a la hora de dar las gracias a sus fieles por su apoyo incondicional, pese a la regañina pública. “Sé que a veces soy difícil de querer, pero ustedes lo hacen y yo los amo por eso. Son el mejor público de la gira”, se deshacía en elogios el cantante, inmerso en su ‘Forget Tomorrow World Tour’ en el que canta sus grandes temas, además de presentar nuevos éxitos como ‘Selfish’, perteneciente al álbum ‘Everything I Thought I was’.
Aunque Justin Timberlake hable de su “difícil semana” y agradezca a sus fans el apoyo que le han brindado estos días, lo cierto es que lo tiene muy complicado en el terreno judicial. Tal y como mostró la revista ‘People’, el cantante se encontraba disfrutando de una velada junto a sus amigos en un hotel de Los Hamptons. La fiesta llegó a su fin más allá de la medianoche, cuando él abandonó el lugar conduciendo su propio vehículo. La policía le seguía los pasos, dado que sus movimientos erráticos al volante dejaban constancia clara de que algo se habría bebido. La prueba de alcoholemia lo confirmó y superaba el límite permitido, por lo que fue trasladado a los calabozos, donde durmió la mona hasta que fue puesto en libertad horas más tarde. El artista niega la mayor, mantiene que solo se bebió “un Martini” y que la policía miente cuando dice que tenía la mirada perdida y vidriosa, que su capacidad de hablar era lenta y que su forma de andar era tan errática como su conducción. Sea como fuere, será un juez quien determine quien lleva la razón y de quitársela a Timberlake, se enfrentaría a una pena de prisión de hasta un año.
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