Aniversario
61 años de la muerte de Marilyn Monroe: la carta secreta que apunta a un asesinato
Los detalles que rodean el fallecimiento de la actriz todavía no están claras del todo y cada vez coge más fuerza la idea de que alguien estuvo detrás del fatal desenlace
Ya han pasado más de 60 años desde que la luz de Marilyn Monroe se apagó para siempre, y todavía hoy no están claros los detalles que rodean su muerte. La primera versión oficial señaló que la actriz se suicidó en la madrugada del 5 de agosto tomando una dosis excesiva de pentobarbital, un medicamento que se receta para combatir los trastornos nerviosos y del sueño. La hipótesis se formuló después de que Thomas T. Naguchi, el doctor que llevó a cabo su autopsia, no encontrara ningún signo de violencia en el cuerpo, pero la idea de que la artista se quitó la vida de forma voluntaria no terminaba de encajar.
Primero, porque a pesar de los problemas de salud mental con los que lidiaba, Monroe había manifestado a sus más allegados un sinfín de planes futuros que deseaba realizar. En aquel momento, se encontraba en pleno rodaje de la película “Something’s Got to Give", de George Cukor, y tenía previsto viajar a Nueva York para trabajar en un musical. Además, quería establecer una productora junto a Marlon Brando, uno de sus íntimos amigos, y deseaba probar un nuevo registro interpretando a los personajes más emblemáticos de las obras de Shakespeare. Todos esos anhelos se frustraron la fatídica noche de agosto, y existen otras versiones plausibles que barajan la posibilidad de que Monroe no se suicidara.
La idea de que la actriz podría haber muerto a consecuencia de una ingesta masiva y accidental de pentobarbital cogió fuerza cuando se dio a conocer que se encontró en su hígado una proporción de la sustancia un 13 % mayor de la que había en su sangre, una cifra que indica que la toma no fue rápida, sino progresiva a lo largo del tiempo. De este modo, Marilyn podría haber muerto por accidente, tras ingerir una dosis mucho más alta de la recomendada del medicamento.
La carta secreta que apunta a un asesinato
La idea de que alguien podría haber matado a Marilyn Monroe siempre estuvo presente entre la opinión pública, pero no fue hasta la publicación en 1985 de “Godess: The Secret Lives of Marilyn Monroe”, la biografía de la artista de Anthony Summers, cuando se descubrieron nuevos detalles sobre su muerte que apoyaban la versión del asesinato.
Para empezar, en una investigación posterior a la publicación del libro, se concluyó que Monroe había muerto antes de lo establecido en la versión oficial, que situó su fallecimiento en la madrugada del 5 de agosto. La nueva hipótesis mantiene que su ama de llaves, Eurice Murray, encontró a la actriz en su cama entre las 22:00 y 23:00 horas del 4 de agosto, todavía con vida. La mujer llamó a una ambulancia que llegó a recoger a Marilyn, pero, tras morir en el camino, dio la vuelta antes de llegar al hospital y volvieron a dejarla en su cama.
El último giro de tuerca tuvo lugar en 2015, después de que un hombre asegurara a Frederic Cabanas, propietario del Museo Marilyn Monroe, que había encontrado una carta secreta de la actriz. Tras someterla a varias pruebas, se dictaminó que la misiva era auténtica, y en su escrito la artista avisaba de que corría un peligro inminente. "Después de leer la carta no puedo decir que no la asesinaron", aseguró Cabanas.
Pero, ¿quién podría estar detrás de este crimen? Los principales sospechosos pertenecen a una de las familias más conocidas y poderosas de Estados Unidos: los Kennedy. Sydney Guilaroff, estilista de la actriz, reveló que la tarde antes de su muerte le llamó por teléfono para contarle que Robert F. Kennedy, con quien mantenía un romance, se presentó en su casa para romper su relación. Ella le habría amenazado con convocar una rueda de prensa para desvelar todos los secretos de su familia, incluyendo los del presidente, y la advertencia podría no haber sentado muy bien al omnipotente clan.
Lo cierto es que en la década de los años 80, la Oficina del Fiscal del Distrito de Los Ángeles descubrió que existía un archivo del FBI sobre Marilyn Monroe, que incluía material bloqueado y confidencial. La actriz había sido investigada por las más altas esferas de Estados Unidos por razones políticas, pero todavía hoy se desconoce qué ocurrió realmente la noche de su muerte.