La princesa Leonor viaja en turista a Ámsterdam y logra pasar desapercibida

Aunque ahora todas las miras estén fijadas en su abuelo, el Rey Juan Carlos, lo cierto es que la princesa Leonor continúa cosechando hitos personales y profesionales que le aseguran su buena formación hacia el trono. Toda una vida centrada en dar lo mejor de sí y cumplir con su destino, que le deja muy poco tiempo para disfrutar como la adolescente que es. A principios del pasado mes ingresó en la Escuela Naval de Marín, para comenzar su aprendizaje como guardiamarina. Se ha acomodado a una intensísima rutina que comienza a las 6:30 horas de la mañana y no les libera hasta casi las 21:00 horas. Pero al ser su tercer año de formación, al realizar un intensivo en la Academia Militar de Zaragoza, ahora puede disfrutar de ciertos privilegios que le permiten más libertad de movimientos. Sus compañeros de tercer año pueden salir del recinto, elegir dónde sentarse en el comedor y recibir visitas sorpresa como la que realizaron los ReyesFelipe VI y Letizia, así como el propio Emérito que se encontraba en Sanxenxo.

Como heredera al trono tiene unas responsabilidades, pero como adolescente, también necesita conocer mundo y sacar provecho del ocio con sus amigos. Algo que hace siempre que encuentra un hueco en su agenda institucional y la militar, con escapadas de escasos días como la que hizo a la Feria de Málaga recientemente. Llamó la atención de mucho que alargase sus vacaciones, mientras que sus padres regresaron a Madrid para ayudar a la infanta Sofía a preparar todo para su marcha al internado de Gales. Leonor se quedó con amigos y fue vista incluso bailando en una caseta, filtrándose un vídeo. Pero lo que no había trascendido es que meses antes había realizado otra escapada similar a Ámsterdam y sus pasos habían sido borrados con esmero hasta lograr desapercibidos. Hasta ahora.

Tal y como se acaba de filtrar, la heredera al trono fue vista en el aeropuerto tomando un vuelo a la capital de los Países Bajos. Fue el pasado mes de abril y escogió para salvar las distancias un avión comercial de Iberia, que le llevó donde le esperaba un grupo de amigos. Pero quizá lo más curioso es que lo hiciese en clase turista, como así mantienen desde ‘Monarquía Confidencial’. También que lo hiciese en solitario, con la única presencia de dos miembros de su equipo de seguridad personal. No quiso llamar la atención y parece que lo consiguió, pues no hay constancia gráfica de su aventura en solitario en un avión como si de una turista más se tratase. Y es que aseguran que ni tan siquiera se preocupó demasiado en eludir las miradas ajenas: “No se tapó en ningún momento y fue una pasajera más de la clase turista”, asegura un testigo al citado medio.