Influencer
María G. de Jaime, la fiel escudera de Victoria Federica
La joven de 26 años aprovecha la presentación de su nueva colección de joyas para hablarnos de amor y los valores que transmite a sus seguidores y amistades
«Ser una ‘’influencer’' es una profesión muy nueva. Y como todo, al principio, cuesta entenderla y habituarse a los cambios que van apareciendo casi por días. A quienes no entienden nuestro trabajo y nos critican, le diría que este es un oficio tan digno como el de los demás. Que tiene su parte buena y su parte mala, como todos los trabajos. Es una herramienta de márketing increíble para las marcas. Cuando la marca y la ‘’influencer’' están en sintonía , comparten filosofía, la ‘’influencer’' ama el producto y lo comparte con su comunidad de seguidores, todo siempre funciona». Las palabras son de María G. de Jaime, de 26 años y una recua de seguidores en redes sociales que supera los 500.000 solo en Instagram. Hoy presenta su segunda colección de joyas llamada Catalina, que es el nombre de su hija pequeña, para Vidal y Vidal. La primera, Lola, la hizo inspirada en el joyero de su madre. «Aún no me lo creo cuando veo a gente por la calle con mis diseños. No puedo evitar pararles y se lo digo», relata con frescura. «Esta vez he dedicado las joyas a mi hija, que ha venido a revolucionar nuestras vidas y quería dedicárselo. Son joyas que guardaré para ella hasta que sea mayor. Me he inspirado en el joyero de mi abuela. Soy una persona muy familiar», recalca a LA RAZÓN, mientras asegura que sus básicos son los anillos, pendientes y colgantes.
María G. de Jaime vive un momento muy dulce de popularidad. Es amiga de otra grande del sector, María Pombo, y sus últimas apariciones como inseparable de Victoria Federica, la hija de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, la han catapultado a la fama. De hecho, la sobrina de la Reina Letizia fue una de las invitadas estrella al bautizo el pasado junio de la pequeña Catalina. Victoria Federica acudió con su novio Jorge Bárcenas a la parroquia de la Virgen de la Paz en el casco antiguo de Alcobendas, Madrid, donde se hizo patente que no son amigas solo de eventos y fiestas. María G. de Jaime se ha convertido en su fiel escudera, junto con su esposo Tomás Páramo, y aunque el padre de Vic tiene mucho que ver en su espectacular cambio estilísco, la «influencer» también tiene voz en el armario de la sobrina de Felipe VI. Un tema sobre el que María G. de Jaime no quiere hacer comentario alguno. «Sus amistades son eso, amistades. No están relacionadas con nada relativo a su trabajo como ‘’influencer’' ni ella lo quiere», aseguran quienes conocen a esta joven licenciada en Derecho y madre de dos niños, la citada Catalina de un año y su primogénito Tomi, de seis.
Su naturalidad y, sobre todo, la familia que ha formado junto a Tomás, han hecho que María sea un gran reclamo para las marcas desde hace algo más de tres años. La historia de amor de la pareja bien podría ser la de una película romántica. Se conocieron cuando tan solo tenían 16 años (ambos cumplen años en febrero con tan solo ocho días de diferencia) y aún estudiaban primero de Bachillerato. Cuando solo llevaban unos nueve meses como pareja, llegó una sorpresa inesperada: María se quedó embarazada.
No todo fue de color de rosa, como ellos mismos contaron años más tarde en el libro «Botas de colores para días de lluvia» (Ed. Planeta), y María vivió esos nueve meses con mucha incertidumbre, quizá debido a su juventud. Tan solo tenían 18 años y la vida les iba a cambiar para siempre. En ese momento acababan de empezar la universidad, ella Derecho y Tomás, Publicidad. Los planes de futuro que tenían se vinieron abajo, pero siempre dicen que gracias a su amor lograron superar los momentos más difíciles. Sus familias «aunque no bailaron sevillanas cuando se lo contaron» les apoyaron. Durante el embarazo y los tres años siguientes al nacimiento de Tomi vivieron en casa de sus padres, terminando sus estudios. En 2017 algo hizo «click» y en un viaje a Ibiza en familia subieron una foto de ellos y su hijo Tomi. Enseguida tuvieron una acogida espectacular en redes sociales. Se dieron cuenta de que el haber sido padres tan jóvenes era algo que interesaba a sus seguidores y empezaron a compartir su día a día en redes sociales con una estética cuidada.
Hasta hoy, donde son una de las parejas más cotizadas del sector. Hacen un tándem perfecto. «¿Qué si me ayudó Tomás a diseñar las joyas? ¡No! pero en el momento que las vio, me dijo que no podían ser más yo. Le encantan. Nos conocemos demasiado y con una sola mirada ya nos entendemos. Ese es nuestro secreto. Somos matrimonio y pareja laboral también», desliza. «Valoro mucho hacer las cosas en familia. Ahora viene la Navidad y estoy deseando organizar los encuentros. Yo recomiendo las cosas que me gustan con mis seguidores, igual que lo hago con mis amigos y mi familia. Y a la vez me gusta mostrar mi día a día con la naturalidad con la que lo vivimos. Me gusta la pizza de jamón y queso, recomendaría para viajar África, donde pasé mi luna de miel, y con una blazer bonita, taconazos y pendientes grandes siempre triunfas. Tenemos la suerte de tener un altavoz muy grande gracias a nuestros seguidores (para ellos siempre tengo un ‘’Gracias’'). Hay una falta increíble de valores en la sociedad y nosotros ponemos nuestro granito de arena», asegura con convicción esta joven que apuesta por el modelo tradicional de familia.
Nuevos sueños
Esposa, madre joven, «influencer», María desliza de puntillas algo sobre sus nuevos sueños: «Tengo un proyecto increíble entre manos que muy pronto verá la luz y tengo unas enormes ganas de poder compartirlo con mis seguidores». A la pregunta de si se trata de un nuevo miembro en la familia, no lo duda: «Creo que los hermanos son un regalo increíble para Tomás y Catalina. Quiero tener una familia grande. Pero creo que todavía no, cuando vengan», aclara esta mujer a la que le encanta perderse en Conil y Tarifa y cuya ciudad favorita es Roma, donde Tomás le pidió matrimonio. Tal vez porque María es mucho de cuidar sus amistades a nadie le sorprendió que el matrimonio «influencer» acompañara a Victoria Federica de Marichalar en la fiesta «Elle Style Awards». Podría haber sido un evento cualquiera, pero no lo fue. Vic brilló como nunca en la alfombra roja con su Caprile de terciopelo azul. Iba acompañada de María y su marido. Un mes antes había abierto sus redes sociales.La hija de la Infanta Elena no podía haber elegido mejor madrina para su perfil público.