Scotland Yard deja de investigar al duque de York

“No se tomarán más medidas”, han asegurado fuentes de Scotland Yard además de confirmar que han abandonado su investigación sobre las afirmaciones de queVirginia Robertsfue traficada sexualmente en Londres por Jeffrey Epstein, cuando era menor, y obligada a mantener relaciones sexuales con elduque de York. Scotland Yard también ha decidido no tomar más medidas por las afirmaciones de que el financiero multimillonario Epstein preparó y abusó de otras mujeres jóvenes en Gran Bretaña.

El duqu, de 61 años, se enfrenta auna demanda civil en Estados Unidos después de que Roberts lo acusara de “violación en primer grado” y dijera que sufrió abusos tras una cita en un club nocturno en Mayfair. El príncipe Andrés siempre ha negado con vehemencia las acusaciones y su equipo legal está tratando de que se desestime el caso de Estados Unidos. Scotland Yard había examinado previamente las acusaciones de Giuffre contra el duque, pero no abrió una investigación completa, alegando que el caso era un asunto de las autoridades estadounidenses.

Después de que se presentó la demanda civil en Nueva York, la comisionada de Scotland Yard, Cressida Dick, pidió a sus oficiales que revisaran el documento además de añadir que “nadie está por encima de la ley”.

La demanda menciona específicamente que Roberts se vio obligada a tener relaciones sexuales con el príncipe Andrés en la casa de Ghislaine Maxwell en Mayfair, una segunda vez, en la mansión de Epstein en Nueva York y en Little St James, su isla privada en el Caribe.

El príncipe Andrés insiste en que “no recuerda” haber conocido a Roberts, a pesar de existir una imagen en la que se les ve juntos posando para la cámara, y ha negado repetidamente su relato de los hechos. En una entrevista de Newsnight en 2019, aseguró que la noche en la que Roberts le acusa de los abusos él estuvo en un restaurante Pizza Express en Woking, Surrey.

Tras la entrevista, que provocó una lluvia de críticas contra el hijo de Isabel II, éste desapareció de la vida pública. Una decisión que tomaron el príncipe Carlos y sus hermanos Eduardo y Ana, así como el Príncipe William. Acordando que “no hay vuelta atrás” por considerarlo una “amenaza” para la reputación de la monarquía, según publica hoy en exclusiva “The Times”.