De viernes
Carmen Borrego tensa la cuerda antes de ver a su hijo: “No vengo a solucionar nada”
La madre ha querido dejar claro su dolor antes del reencuentro, poniendo en peligro el éxito de su reconciliación: “No vengo a un careo”
Desde los inicios de ‘De viernes’ se ha acusado al programa estrella de Telecinco de romper vínculos entre hijos y padres. Y es que por ahí debutaron Ángel Cristo, Carlo Costanzia y José María Almoguera. Pero este fin de semana es especial, pues se obrará un milagro. O al menos eso es lo que se pretende, aunque parten de la realista premisa de que es difícil. Pero se han propuesto hacer terapia familiar, en directo, con España de testigo. Eso sí, parece que tienen tantos reproches mutuos que se atisba complicado que, a través de un cara a cara en un plató, con las pausas correspondientes para los consejos publicitarios, se solucione lo que lleva dos años arrastrándose. Siete meses sin verse, su entrada a plató ha sido tensísima. Mirándose desde la lejanía en gradas enfrentadas. Muy teatral todo. Pero antes de poder abrazarse, Carmen Borrego se ha sentado a poner los puntos sobre las íes, con declaraciones que pueden encender más el fuego.
“Me gustaría explicarme para todos, en especial para mi hijo. Me gustaría aclarar los motivos reales de este enfrentamiento y algunas cosas que yo no he dicho jamás”, comienza la protagonista, dispuesta a repetir la versión que lleva manteniendo en los últimos meses en su decena de entrevistas. Y es que tiene claro que no ha traicionado a su hijo, aunque reconoce como error el haber dado el visto bueno a una exclusiva que ellos no habían aprobado y cuyo dinero no han olido, a excepción de un aguinaldo de 3.000 euros. Pero lo que sí quería dejar claro es que “jamás he hablado mal de mi hijo, si no como cualquier madre que un día está enfadada. Que mi hijo es problemático es algo que yo no he dicho jamás”. Algo que ha vuelto a subrayar para tender puentes a su hijo, presente a través de la gigante pantalla a espaldas de su madre: “Es algo que me duele, porque me imagino lo que le dolerá a él. Quiero dejarlo claro”.
Dicho esto, Carmen Borrego ha tenido que enfrentarse a un vídeo cargado de reproches cruzados entre ella y su vástago. Han sido semanas muy intensas y al ver el resumen se ha percatado de que el tono empleado ha sido tenso y no quiere que el ambiente de esta noche en plató sea igual. “Me gustaría aclarar, no justificarme, que yo no he venido aquí a un careo con mi hijo, porque nunca me hubiera prestado a ello”. Sin embargo, ahí está, sentada a la espera del careo con su hijo, algo que le recuerda con acierto José Antonio León: “Decís que lo vais a solucionar en privado y una semana después estáis aquí”. La respuesta no ha convencido mucho: “Lo acabo de explicar. He venido aquí a una entrevista que estaba acordada, no a solucionar nada”.
Carmen Borrego siente juzgada y que el equipo no comprende lo que ha sufrido este tiempo: “No podéis entender el dolor, porque mi hijo se ha quejado en algunos momentos de que yo me haya emocionado o incluso ha llegado a decir que yo lloro por escaleta. Yo sentí mucho dolor por la falta de empatía de mi hijo. Yo lloré mucho esa noche”, defiende su sufrimiento. Y continúa: “Llega un momento que el amor, aunque tú sigas con el conflicto y él necesite su tiempo, yo necesité un hijo y me hundí. Por encima de todo soy feliz por su ofrecimiento y yo necesité un poco de cariño y un guiño por su parte”. Ahora lo tiene, a minutos de poder tocarle, aunque aún con reproches y con muchas cosas que matizarle a su hijo en persona. Está de los nervios.
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