Necesita liquidez
La baronesa Thyssen pega una mordida al precio de su mansión en Mallorca porque no encuentra comprador
Son tiempos difíciles para vender una residencia de lujo por 5 millones de euros. Al menos sí para Carmen Cervera
Aunque tenga una de las mayores fortunas en patrimonio, Carmen Cervera no puede traducir eso en liquidez para hacer lo que le plazca sin contar los euros en su cuenta corriente. Algo a lo que ha puesto remedio sacándole rendimiento económico a sus principales activos, como así ha hecho con su hotel en la Costa Brava, que ya le está granjeando jugosos resultados. Pero también esto pasa por deshacerse de algunas de sus joyas inmobiliarias, como así desea con su impresionante mansión en Palma de Mallorca, a la cual le ha colocado el cartel de ‘Se vende’. Eso sí, parece que no es tan vistoso como creía, pues no encuentra dueño interesado en hacerse con esta privilegiada residencia, por la que se pedía en un primer momento 5,5 millones de euros. Es por eso, ante la necesidad de agilizar la venta, que se ha pegado un buen mordisco a esa cifra inicial para tratar de seducir a los compradores indecisos.
Fue el año pasado cuando trascendió la noticia de que la baronesa Thyssen estaba desprendiéndose de su mansión mallorquina. Era a finales del 2023 cuando comenzó los protocolos de venta, pero tras el paso de los meses y ante la ausencia de propuestas en firme sobre la mesa, ha tenido que rebajar el precio que solicita por ella. Así, ha actualizado la cuantía rebajándola casi medio millón de euros, situándola ahora en los 5 millones de euros, con la esperanza de que esto sirva de incentivo a quien tenía dudas. Pocos son los que se pueden resistir a los encantos de una vivienda espectacular en una de las zonas más privilegiadas de Palma de Mallorca, pero también es cierto que también son pocos los que pueden permitirse gastarse ese montante considerable.
La casa en cuestión se encuentra levantada cercana al Castillo de Bellver, en el barrio de ‘El Terreno’. Tiene 730 metros cuadrados, que descansan sobre un terreno ajardinado de más de 2.000 metros. Una vivienda con una gran carga histórica que comienza con su construcción en el año 1873, según los preceptos estilísticos de la región y cuyo valor arquitectónico sigue intacto, pues “ha sido bellamente conservada y cuenta con elementos de yesería y un porche con columnas y techos altos con vigas a la vista, que también se pueden encontrar en el interior de la casa y enfatizan el carácter de casa de verano”, destacan desde el anuncio que la inmobiliaria ha colgado en el portal Idealista.
Son muchas las maravillas de la vivienda que la baronesa Thyssen, junto a su marido Henri, compró en 1990 para emplazar aquí sus veranos. Ahora parece necesitar más el dinero que el lugar de disfrute estival, por lo que, con el dolor de su corazón, dirá adiós a parte de su corona inmobiliaria. Eso sí finalmente esa mordida al precio anima a los compradores a visitarla.
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