Agustín Pantoja, de compras OTRA VEZ en PIJAMA

No es la primera vez ni será la última. A Agustín Pantoja le gustan tanto los pijamas que no tiene ningún inconveniente en salir con ellos puestos cuando va a la compra. En Medina Sidonia, la localidad más cercana a la finca “Cantora” donde reside, se toman a risa los atuendos del “Rasputín” de la Clan Pantoja, la mente pensante que aconseja a su hermana Isabel en todas sus decisiones.

Su último atuendo fue un pantalón “pijamero” con cuadritos blancos y azules y una camiseta blanca, muy adecuados para deambular durante casi dos horas en una conocida cadena de alimentación, donde se movió con soltura con tan nocturno vestimenta, ajena a las miradas de sorpresas del resto de clientes.

Igual de llamativas eran las gafas de un azulón intenso que, irónicamente, combinaban perfectamente con su colorido atuendo camero.

Los vecinos de la zona califican jocosamente a Agustín como “el rey de la noche”. En su última compra adquirió dos ristras de ajos, quizá para ahuyentar a esos paparazzis a los que él denomina en la intimidad “los vampiros del corazón”. El hermanísimo marca su propio estilo entre sus convecinos, esos a los que apenas dirige la palabra las pocas veces que abandona el fortín de “Cantora”, su refugio de siempre.