Cargando...

Reaparición

La travesía del desierto de Ana Obregón sin Aless

La actriz intenta recuperar la normalidad y hacer frente al miedo escénico que sufre tras la pérdida de su hijo hace siete meses

Ana Obregon Sergio R. MorenoGTRES

«Nos toca renovar la ilusión. A pesar del dolor, del sufrimiento, de las pérdidas y la pandemia. Por ellos. Por los que ya no están y lucharon hasta el final. Por los que siguen luchando. Por ti, mi todo, Aless». Esto fue lo único que Ana Obregón quiso comunicar el pasado 18 de diciembre, tras su primera aparición ante la prensa desde la muerte de su hijo. TVE presentó la programación navideña bajo el lema «Renueva la ilusión» y no quiso fallar.

Ya lo anunció en su día, también a través Instagram: había tomado la decisión de volver a la vida por su hijo y lo primero que iba a hacer era crear una fundación para la investigación del cáncer. A esta iniciativa se uniría después retomar los proyectos que dejó inconclusos. Ese punto de inflexión venía precedido de la lectura del último mensaje en el móvil de Aless que el destino no quiso que pudiera terminar. El texto de Obregón decía: «Ojalá lo hubiera leído antes de que partieras para decirte que has dado tanto amor en esta vida a tus amigos, a tu novia, a tu familia y, sobre todo, a mí que necesitaría un millón de vidas para agradecértelo. Tu mensaje llegara al corazón de muchas personas».

Y así ha sido a lo largo de esta travesía del desierto de la actriz, cuya vida se rompió en pedazos y poco a poco está intentado recomponer. Y en Instagram ha ido ofreciendo esta dramática evolución. Desde «se apagó mi vida» a la necesidad de recibir ayuda profesional. La meditación, el «mindfulness», las terapias, las charlas con especialistas, le han servido para encontrar esa espiritualidad que le une a su hijo «por toda la eternidad», como cuenta en esos mensajes. Los acompaña con imágenes y videos infantiles del hijo querido y textos en los que tenía también un recuerdo para quienes pasaban por la misma situación. «Quiero mandar desde lo más profundo de lo que queda de mi corazón un abrazo de amor a todos los que habéis perdido a vuestros seres queridos y, en especial, a los padres que han perdido a un hijo». Visibilizaba así su dolor y mostraba que estaba en el camino de poder retomar, aunque de una manera muy especial, su vida pública. Y lo hizo en la revista «¡Hola!», en la que contaba los últimos años de su vida desde el día en el que le detectaron el cáncer a su hijo. Su único hijo. El destino no quiso ser generoso con Aless, un chico fuera de serie, bondadoso, divertido, emprendedor y con un amor hacia su madre incondicional.

La familia y los amigos no la han dejado sola desde su fallecimiento, pero su vuelta a la normalidad resultaba muy difícil. La cara y la cruz en la vida de una mujer que hasta la tragedia había sido «Anita, la fantástica» por su capacidad para recrear situaciones laborales y personales. «Nada volverá a ser igual», decía en Instagram. Los mensajes resultaban cada vez más desoladores. Pero llegó el día en que tomó la decisión de retomar su vida, porque así lo quería su hijo. Y lo hará por la puerta grande dando las campanadas en la última noche de este año marcado por las tragedias del coronavirus. Aparecerá en televisión vestida por Alejandro de Miguel, el modisto que la vistió en la misa funeral en julio pasado, en la aparición ante los medios el 18 de diciembre y que lo hará también el próximo 31. El día del funeral, tras la liturgia religiosa, ninguno de los presentes imaginábamos que hablaría. Lo hizo, con voz temblorosa y con un recordatorio para «mi guerrero».

Ana García Obregón posando en el photocall durante la presentación de la programación de Navidad de RTVE: ‘Renueva la ilusión’, en Madrid (España) a 18 de diciembre de 2020.ANA GARCIA OBREGON;ANA OBREGON;TELEVISION;NAVIDAD;CAMPANADAS;FIN DE AÑO;18 DICIEMBRE 2020José Oliva / Europa Press18/12/2020José OlivaEuropa Press

La fuerza que demostró esa mañana la tendrá también en Fin de Año ante los espectadores. Estas campanadas marcan el antes y el después en su travesía del desierto. «Creí que iba a ser difícil salir de casa, sonreír, cambiar el luto por un maravilloso vestido y joyas, maquillarme, volver a mi profesión y a la vida. Y tú, mi Aless, me diste fuerza y luz. Con tu amor que atraviesa el infinito. Y pensé en lo que has luchado y sufrido estos dos años con una sonrisa, pensé en todos los que luchan contra el cáncer, el Covid, enfermedades terminales, etcétera, y me pareció que no tenía ningún mérito. El mérito es de ellos». Esta explicación resumía cómo ha ido evolucionando ese dolor que no la dejaba respirar hasta retomar también su vida con los amigos más queridos.

Amigos incondicionales

Uno de ellos es Ra, que así lo llama siempre la actriz y que ha sido y es su compañero en los buenos y en los malos momentos. Feliz por la decisión que tomó de presentar las campanadas de Fin de Año, cuenta cómo se encuentra ante su próximo reto. «La veo con ganas de seguir adelante, luchando con las emociones y con mucho amor. Mucho, mucho amor». Unas palabras que resumen cómo veremos a la que representaba la alegría de vivir y que se truncó con la injusta desaparición de Aless, la luz de su vida, el 13 de mayo de 2020.