Nuevo episodio en la Casa Cornide. Ese palacete ejemplo de la arquitectura residencial de la Ilustración en Galicia, ubicado en el centro de A Coruña y que, en 1962, pasó a ser propiedad de Carmen Polo y, por su matrimonio en gananciales, también de Francisco Franco, tras haber sido patrimonio del Ministerio de Educación y luego del Ayuntamiento de A Coruña.

Desde entonces, la Casa ha atravesado diversas singladuras, entre ellas, una de las más recientes, la emprendida por el propio Ayuntamiento con el objetivo de reclamar la titularidad del inmueble.

Este procedimiento ha sido aprobado hoy por unanimidad por el pleno de la ciudad herculina y supondrá, en caso de confirmarse, revisar la declaración de nulidad del proceso de venta de la Casa Cornide a Carmen Polo, con la intención de pedir al Gobierno que revise la permuta, así como un trámite de audiencia con los Franco.

Por lo tanto, el Ayuntamiento instará al Ministerio de Educación y de Hacienda a realizar una revisión de oficio de la permuta, comenzando ahora un plazo de 15 días para alegaciones y de seis meses para la resolución del expediente.

Pero antes de todo eso, la Casa Cornide debe abrir sus puertas al público al menos cuatro días al mes. No en vano, el inmueble es, desde hace un año, Bien de Interés Cultural (BIC), lo que lleva aparejado esta apertura a la ciudadanía.

Así lo ha recordado hoy el recién nombrado conselleiro de Cultura de la Xunta, José López, que ha desvelado que su departamento comunicó la semana pasada a la familia Franco que debe “cumplir la legislación y abrir cuatro días al mes” la Casa.

En este marco, y si bien la Xunta no tiene constancia de la recepción de esta carta, enviada por correo ordinario, el conselleiro indica que los Franco “deben mandar ese programa de aperturas” y cumplir con las condiciones que están pendientes desde el inicio del procedimiento de declaración de BIC.

Asunto sobre la mesa

En un acto en A Coruña, López ha explicado que la situación de la Casa Cornide es un asunto que ya figuraba sobre su mesa al acceder al cargo, pues la Xunta inició en 2021 ese proceso para declararla Bien de Interés Cultural, lo que es firme desde 2023, sin que el palacete se haya abierto nunca al público como exige esta situación.

López ha insistido en que la comunicación remitida a los Franco es una muestra por parte del Gobierno gallego del “compromiso claro de exigir que se cumpla con la legalidad” en esta cuestión.