El vocal conservador Vicente Guilarte asumirá desde mañana la presidencia interina del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), según confirman fuentes de la institución, dada su condición de vocal de más edad tras la jubilación hoy de Rafael Mozo al alcanzar la edad de jubilación.

Algunos vocales cuestionaban que Guilarte pudiera ejercer la presidencia en funciones manteniendo sus actividades docentes en la universidad y en su despacho de abogados (los vocales que no forman parte de la Comisión Permanente pueden compatibilizar el cargo con otras actividades profesionales). De hecho, el Pleno -a instancias del propio Guilarte- ha acordado unánimemente y sin necesidad de votación que el cargo debe ejercerse de manera exclusiva, por lo que el sustituto de Mozo no ejercerá de abogado ni de profesor universitario mientras sea presidente interino del CGPJ.

Guilarte (Bilbao, 1953) es catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Valladolid y ejerce la abogacía desde 1979. Designado vocal del CGPJ en diciembre de 2013 a propuesta del Senado, es además letrado del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España, miembro de la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia de Valladolid y asesor jurídico de la Universidad vallisoletana.

El próximo martes Guilarte presidirá su primer Pleno del CGPJ, en el que se abordará la nueva situación de la institución y los vocales deberán dilucidar, entre otras cuestiones, la composición de la Comisión Permanente, constituida por ley por cuatro magistrados y tres juristas, más el presidente, y que con la salida de Mozo y la incorporación de su sustituto pasaría a estar integrada por tres magistrados y cuatro juristas. "Como poco, hay que cambiar un jurista y un magistrado", señalan fuentes del Consejo.

"Sentimiento agridulce"

En su despedida, el todavía presidente en funciones del órgano de gobierno de los jueces ha urgido a los políticos a la "inmediata" renovación del CGPJ, en funciones desde diciembre de 2018. En una carta remitida a sus compañeros, Mozo asegura que tiene un "sentimiento agridulce" por "la prolongación en el tiempo de esta situación y la ausencia de perspectivas de un acuerdo entre las fuerzas políticas" que le ponga fin. Este hecho, unido a la dimisión de Carlos Lesmes el pasado octubre -señala- constituyen "uno de los episodios más tristes de nuestra historia democrática".

El vocal progresista invoca el último informe de la Comisión Europea sobre el Estado de Derecho en nuestro país para instar a una renovación "de inmediato" del CGPJ "sin excusa ni pretexto alguno" en cuanto termine el proceso electoral. Un relevo en la institución que, subraya, "nos reclama no solo la Constitución Española, sino también la Unión Europea".

Mozo aboga por llevar a cabo esa renovación "con carácter prioritario" para iniciar después "inmediatamente" la modificación legal del sistema de elección de los doce vocales de procedencia judicial (para que sean los propios jueces quienes los designen) "teniendo en cuenta las normas europeas sobre los Consejos de la Magistratura".

"Circunstancias muy difíciles"

En esa misiva de despedida, asegura que cuando, "en circunstancias muy difíciles para la institución", como vocal de más edad asumió la presidencia interina en octubre del pasado año (tras la dimisión de Lesmes a la vista de que el bloqueo en la renovación del Consejo se perpetuaba) lo hizo "con la esperanza de que se tratara de un periodo breve". Pero la anunciada reforma del delito de sedición por parte del Gobierno llevó al PP a descartar cualquier posibilidad de acuerdo.

El presidente interino saliente saca pecho por "todos los logros obtenidos durante estos años", entre ellos "haber cumplido con el mandato constitucional" de nombramiento (aunque con retraso) de los dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC), lo que permitió renovar finalmente la institución.

Asimismo, se enorgullece de haber formado parte del Consejo "que más decididamente ha dado pasos hacia la igualdad entre hombres y mujeres en la carrera judicial" (el que más magistradas ha nombrado para el Tribunal Supremo, recuerda), pese a que reconoce que "queda mucho por hacer". Mozo también destaca que este CGPJ adoptó las medidas necesarias para garantizar el funcionamiento de los tribunales en plena pandemia.