Dignidad y Justicia (DyJ) advierte de las peligrosas consecuencias que para la lucha contra el terrorismo de baja intensidad tendrá la reforma pactada por el Gobierno y Bildu de la Ley de Seguridad Ciudadana, en el marco de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2025 y que se espera que se ejecute antes de que termine el año.

La asociación de víctimas denuncia que dejará impune estos actos y supondrá la desprotección para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a la hora de poder combatir "esta amenaza", como venían haciendo hasta ahora con la legislación aún en vigor.

La modificación que está sobre la mesa de la norma, llamada por las formaciones de izquierda "Ley mordaza", irá dirigida, explica la entidad, a avalar a los "delincuentes" que ejerzan este tipo de terrorismo como "nuevo arma con la presionar a los poderes públicos".

Obligará, lamenta, a los agentes de la autoridad a tener que volver a utilizar las porras ante desórdenes públicos al quedar desterradas las pelotas de goma que hasta ahora se venían empleando como elemento de disuasión.

"Llevará a un país más inseguro y habrá más agentes heridos y más manifestantes", asegura DyJ, en base a lo que -dice- les han trasladado sindicatos y asociaciones policiales.

Una entrega de las calles del país a los violentos, defiende el colectivo presidido por Daniel Portero, cuando "durante décadas este terrorismo de baja intensidad en el País Vasco ha servido para extender miedo a la población, reclutar a jóvenes asesinos y como medio de propaganda y posición de fuerza contra el Estado".

De igual forma, dan por hecho que la reforma de la Ley dará vía libre a las reivindicaciones que aún hoy sigue protagonizando el entorno de ETA respecto a la banda y sus actos terroristas.

"Aunque ETA ya no actúe, continúa habiendo movimientos simpatizantes", expone DyJ, además de "otras organizaciones criminales activas, asaltos masivos a las fronteras y disturbios callejeros".

Censura así esta asociación que el Gobierno de Pedro Sánchez decida ahora abandonar la lucha contra el terrorismo de baja intensidad por tenerles Bildu "secuestrado" a cambio de "un puñado de votos de sangre".

Una nueva cesión, afirma, "ante quienes han defendido a los asesinos" que, a la vez, creará "el caldo de cultivo perfecto para que renazca un terrorismo de baja intensidad que solo traerá más violencia en las calles y amparo a organizaciones criminales".