Trump dice que le gustaría visitar España en su recepción a los Reyes

Trump dijo que le «gustaría» viajar a España durante la recepción en la Casa Blanca a Felipe VI y Doña Letizia, a la vez que alabó la «excelente» relación comercial y de defensa bilateral.

El matrimonio Trump recibió a los Reyes en la Casa Blanca, en la puerta sur, donde se encuentra su residencia, en un gesto de deferencia hacia la Monarquía española. Pasadas las dos de la tarde hora americana, bajo una lluvia torrencial, el presidente de Estados Unidos, y la primera dama, Melania Trump, salieron a recibir el coche de sus invitados. Antes de entrar en el despacho oval, lo rodearon por un jardín exterior en el que los medios pudieron ver una relación cordial tanto entre ambos mandatarios como Doña Letizia y Melania Trump, que se mostraron muy cómplices. Una vez en el interior, Donald Trump manifestó su amor por España y tranquilizó la inquietud por su proteccionismo comercial manifestando las «excelentes relaciones en materia de comercio entre ambas naciones», y que se plantea volver a nuestro país, aunque no precisó cuando. Por su parte, Don Felipe expresó su «honor» por el viaje que ha realizado en compañía de la Reina en Nueva Orleans y San Antonio, ya que ha servido para realzar el legado español, que espera servirá en el futuro para «aumentar nuestras grandes relaciones democráticas». A diferencia del encuentro entre el Rey y Barack Obama en 2015, en el que ambos mandatarios establecieron los puntos sobre las íes de sus relaciones bilaterales sin sus mujeres presentes, en esta ocasión la Reina y la primera dama estadounidense, Melania Tump sí tuvieron su sitio en el despacho oval.

El encuentro entre el presidente de la primera potencia mundial fue de gran trascendencia, ya que, según informaron fuentes diplomáticas, el gobierno español transmitió al estadounidense su preocupación por las medidas comerciales adoptadas por el presidente americano, postura que puede provocar una situación de «acción estadounidense, reacción europea», contraproducente para el escenario internacional. A pesar de que el Banco de España prevé un impacto reducido de la política arancelaria de Trump, España ya presentó un déficit en su intercambio de mercancías con Estados Unidos de 1.688 millones de euros y, además de establecer un impuesto del 25% al acero y del 10% al aluminio, también tiene previsto aumentar del 21,2% al 34 ,7% las tasas a la aceituna negra española.

Cuando Don Felipe se reunió con el antecesor de Trump la crisis motivada en España por el secesionismo catalán fue la protagonista en la conversación, y Obama echó un «capote» a España abogando por la unidad del país. Ayer, el órdago soberanista no estuvo sobre la mesa del despacho oval. No obstante, la opinión de Trump es conocida, principalmente porque él mismo tildó de «tontería» las pretensiones soberanistas. La actitud del gobierno estadounidense posiciona la balanza del respaldo internacional, principalmente en estos momentos en que el devenir en Cataluña es una incógnita tras la política socialista de no impedir la reapertura de las embajadas catalanas en el exterior. Fuentes diplomáticas insistieron ayer en que se vigilará que las oficinas ofrezcan un mensaje constitucionalista y no de propaganda independentista.

Los temas prioritarios abordados fueron la política arancelaria así como las relaciones en materia de inmigración, el terrorismo internacional y las relaciones bilaterales en materia de Defensa. A Estados Unidos le interesa una satisfactoria cooperación con España en materia de seguridad, principalmente por la existencia en las bases de Rota y Morón de la Frontera de 4 destructores lanza misiles y una fuerza de reacción rápida de Cuerpo de Marina, fruto del acuerdo bilateral de 1988. Este armamento es decisivo para la estrategia del Pentágono en el Mediterráneo, Oriente Medio y África.

Los Reyes terminan así su gira por las Américas. Una visita que, desde la delegación española, califican de «éxito».

Cuarto aniversario de la proclamación

Felipe VI celebró ayer su cuarto aniversario de reinado por todo lo alto: en el despacho oval de la Casa Blanca marcando las relaciones entre ambas naciones. Aunque Zarzuela no hace balance de este cuasi lustro, Don Felipe no ha tenido fácil los inicios: el «caso Nóoss», la crisis catalana y la coyuntura política de 2016 hicieron que congelase su agenda exterior, ya que tuvo que hacer frente a un país sin Gobierno durante un año y a una ofensiva independentista sin precedentes, que ahora vuelve a despegar. Además, en su corto reinado ha visto triunfar una moción de censura en España, algo inédito en nuestro país en sus 40 años de Democracia. Ayer fue la segunda vez que el Jefe de Estado visita la Casa Blanca, ya que en 2015 fue invitado por el entonces presidente, Barack Obama.