Exteriores

Sánchez y Starmer, convencidos de un acuerdo sobre Gibraltar pero sin fijar una fecha

Se trata del primer encuentro formal entre ambos desde que Starmer relevó a Rishi Sunak al frente del Gobierno británico

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro británico, Keir Starmer, coincidieron en que habrá un acuerdo entre sus respectivos países sobre la situación de Gibraltar tras el "brexit", pero no fijaron una fecha para ello.

Sánchez y Starmer mantuvieron una reunión en los márgenes de la cumbre de la Comunidad Política Europeaque se celebra en el Reino Unido con presencia de medio centenar de líderes europeos.

Se trata del primer encuentro formal entre ambos desde que Starmer relevó a Rishi Sunak al frente del Gobierno británico, aunque ambos ya tenían una fluida relación como líderes de la misma familia política.

En su reunión, según fuentes del Gobierno español a la agencia Efe, se mostraron convencidos de que después de que el acuerdo sobre Gibraltar estuviera muy cerca con el anterior Ejecutivo británico encabezado por Sunak, será posible cerrarlo próximamente.

Pero no entraron en detalles ni concretaron fecha alguna como plazo, aunque a su llegada a la cumbre, Sánchez, en declaraciones a los periodistas confió en que sea posible en los próximos meses.

El futuro sigue en el aire

Gibraltar votó masivamente y en solo una dirección en el referéndum de junio de 2016. Fue el lugar donde más porcentaje de votos recibió la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (95,9%) y uno de los que sigue temiendo las consecuencias que puede tener la salida. El asunto no es baladí ya que el Peñón, cuya frontera con España es la única terrestre –junto con la de Irlanda– une ahora al Reino Unido con el bloque comunitario. Desde el Brexit, el futuro de Gibraltar está en el aire.

Sobre la mesa, está la posibilidad de poner en marcha una «Zona de prosperidad compartida». El plan sobre el que los equipos negociadores trabajan prevé la eliminación de la Verja para garantizar la fluidez de tránsito de las personas. Además, según el plan de Bruselas –sobre el que España tiene la última palabra–, nuestro país pasaría a controlar, en nombre de Schengen, las fronteras exteriores de Gibraltar, es decir, controlar el aeropuerto. Es precisamente este asunto, que agentes españoles se encarguen del control y salida de mercancías del aeródromo, lo que estaría retrasando su aprobación.

Cuatro años después de que se materializase la salida definitiva de Londres de Reino Unido, el estatus de Gibraltar sigue siendo el único escollo pendiente. La frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, a priori más difícl, se resolvió el año pasado. Sin embargo, en el caso del Peñón, delimitar los nuevos controles fronterizos en el puerto y en el aeropuerto además de las distintas fuerzas de seguridad implicadas en su control está ralentizando su rúbrica. A este escollo hay que añadir la fórmula del uso compartido del aeropuerto de Gibraltar que pide España y la negativa de Reino Unido que no dará luz verde a nada que ponga en duda su soberanía sobre la colonia.