España y Reino Unido se reúnen de nuevo en Bruselas para intentar cerrar el acuerdo sobre Gibraltar

Este jueves se celebrará en la capital comunitaria una nueva reunión de alto nivel para intentar cerrar un acuerdo sobre el futuro del Peñón de Gibraltar tras el Brexit. Este nueva cita tiene lugar un mes después de que se produjeran “avances significativos” en un primer encuentro con el mismo formato. Mañana se desplazarán hasta Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, su homólogo David Cameron, quienes volverán a reunirse bajo auspicios del vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic. El objetivo es ultimar el acuerdo político en aras de que la fumata blanca llegue antes de las elecciones europeas del 9 de junio. Después, será demasiado tarde ya que se pondrá a funcionar una nueva Comisión Europea. Aunque tras la primera cita, la discreción fue la máxima, se produjeron avances clave y todo indica que el acuerdo está encarrilado.

Tras el primer encuentro, todas las partes emitieron un comunicado conjunto en el que explicaron que “las negociaciones se han celebrado en una atmósfera constructiva y se han conseguido avance significativos. Se han acordado líneas políticas generales, incluyendo sobre el aeropuerto, bienes y movilidad”.

Cuando Reino Unido decidió divorciarse del club comunitario, los Veintisiete decidieron que cualquier decisión sobre el Peñón de Gibraltar debía dirimirse entre España y Reino Unido. El 31 de diciembre de 2020, las dos partes sellaron el denominado Acuerdo de Nochevieja. En este memorándum se prevé al supresión de la Verja y la entrada de facto de la Roca en Schengen. Esto obliga a que los controles fronterizos deban trasladarse al puerto y al aeropuerto. Casi 11.000 trabajadores españoles acuden todos los días a la colonia británica a trabajar. Este colectivo reclama no sólo soluciones sobre la soberanía de la Roca sino también otros temas como las pensiones o la fiscalidad. Muchos de ellos, viven en la comarca del Campo de Gibraltar, una zona con un alto paro y con escasas inversiones públicas en infraestructuras, lo que dificulta que puedan encontrar trabajo en España.

Tras este acuerdo provisional, las dos partes pactaron seguir negociando los detalles. Uno de los puntos más conflictivos reside en qué agentes serán los responsables de realizar los controles en el puerto y el aeropuerto. Ante la negativa británica a que fueran efectivos españoles, al tratarse de un territorio británico , nuestro país propuso que esta tarea recayera de manera provisional en agentes de Frontex, la agencia comunitaria para el control de fronteras. Además, el Gobierno español también defiende el uso conjunto del aeropuerto. Después de que Londres y Madrid lleguen a un acuerdo, la Comisión Europea deberá firmar el memorándum final con las autoridades británicas.

Aunque Bruselas siempre ha sido respetuosa sobre los tiempos y el fondo del acuerdo, en la capital comunitaria se percibe un sentido de urgencia para dar un carpetazo definitivo a las negociaciones. Las próximos comicios europeos y la convocatoria de elecciones generales en la segunda mitad del año en Reino Unido aconsejan cerrar este pacto lo antes posible, para que estos acontecimientos no retrasen aún más el acuerdo.