Testigo

"Eso ahora no importa", la huidiza respuesta de García Ortiz a la fiscal superior sobre los datos del novio de Ayuso: "¿Álvaro, esto lo has filtrado tú?"

Lastra declara en el Tribunal Supremo que preguntó directamente al fiscal general si él había difundido el correo de la defensa del novio de Ayuso

La fiscal superior de Madrid ha asegurado en el Tribunal Supremo (TS) que preguntó directamente el 14 de marzo del pasado año al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, si había sido él quien había filtrado el correo del pasado 2 de febrero en el que la defensa del empresario Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, trasladó a la Fiscalía su disposición a cerrar un acuerdo de conformidad y a admitir el fraude tributario que se le imputaba. "Álvaro, ¿lo has filtrado tú?", le preguntó a García Ortiz según fuentes jurídicas. "Eso ahora no importa", contestó según las mismas fuentes el fiscal general, que había apremiado a Lastra a hacer pública una nota de la Fiscalía para desmentir la versión de que había sido el fiscal del caso,

Según las fuentes consultadas, en su declaración como testigo, Almudena Lastra ha ratificado al magistrado Ángel Hurtado -que investiga por revelación de secretos al fiscal general y a la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez por la filtración de datos reservados del novio de Isabel Díaz Ayuso- lo que ya declaró en el TSJ de Madrid sobre su oposición a qué se difundiese una nota de prensa detallando los mensajes entre el fiscal del caso y la defensa del novio de Ayuso.

Lastra ha manifestado que le trasladó a Pilar Rodríguez su malestar porque "en la radio se decían cosas que solo venían en sus diligencias de información", evidenciando que la filtración debía proceder de la Fiscalía, y no de la defensa ni del decanato de los juzgados de Plaza de Castilla, que no había tenido acceso a toda esa información. Y ante su insistencia en pedir el envío de los correos entre la defensa de González Amador y el fiscal del caso. "Déjalo ya, que los van a filtrar", le espeta a Rodríguez según su versión. Al mismo tiempo, ha recordado que fue el propio fiscal general quien le reclamó los correos la noche del 13 de marzo a través de una llamada realizada a las 21:43.

La testigo ha explicado que el 14 de marzo estaba enfadada tanto por la filtración como por la nota que el fiscal general pretendía difundir para desmentir el «bulo». Hasta el punto de esa mañana, poco antes de que ese comunicado con los datos reservados de González Amador se hiciese público, García Ortiz le llamó sin éxito hasta en seis ocasiones al móvil y finalmente consiguió que se pusiese al teléfono llamándola a través de centralita. Ella, según ha contado, le pidió algo de tiempo para leerse la nota que acabó publicándose (y que originó la querella de González Amador contra Pilar Rodríguez y el fiscal del caso).

Lastra ha echado también por tierra los argumentos en los que sustentó el fiscal general el borrado de sus mensajes, pues ha negado que exista ese protocolo de seguridad por razones de protección de datos. La testigo ha explicado que es la Comunidad de Madrid, según fuentes presentes en la declaración, la que se encarga de ejecutar esos protocolos y que cuando deben proceder a un cambio de móvil toda la información contenida en su teléfono se vuelca en el nuevo terminal.

Lastra ya puso de manifiesto en su declaración como testigo en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) -antes de que el Supremo asumiera la causa al ver indicios contra García Ortiz- sus reticencias sobre el contenido de la nota de la Fiscalía con la que el fiscal general pretendía contrarrestar la versión de que el ofrecimiento de pacto a González Amador había partido de la Fiscalía. Según aseguró entonces, aunque estaba de acuerdo con hacer pública esa nota, no compartía las prisas de la Fiscalía General por difundirla ni tampoco su contenido, pues se opuso a que incluyera la secuencia de correos entre el fiscal y la defensa. De hecho, llegó a pedir que esas órdenes se le trasladaran por escrito.

"El fiscal general no puede esperar"

Ante el instructor también ha declarado como testigo el fiscal de la investigación por fraude tributario a González Amador, Julián Salto, quien ha afirmado que tras recibir dos llamadas telefónicas mientras se encontraba en el estadio del Atlético de Madrid en un partido de Champions League el pasado 13 de marzo -una de la propia Lastra y una segunda de la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez- en las que le preguntan por primera vez por los correos electrónicos intercambiados con el abogado de González Amador, recibió una tercera más insistente. En las dos primeras, ambas le habían asegurado que "no había ninguna prisa" al encontrarse en el fútbol. Pero Rodríguez insistió de nuevo cuatro minutos después, a las 21:43, trasladándole que el fiscal general del Estado "no puede esperar" y que necesita saber ya" el contenido de los correos que finalmente se enviarían.

Más tarde, a las 21:45 le remiten la noticia de El Mundo sobre ese intercambio de correos y él empieza a pensar que puede tener un problema, consciente de que eran sus superiores jerárquicos quienes le reclamaba esos correos a esas horas de la noche. El último wasap es el que recibe de Pilar Rodríguez trasladando al "equipo Fortuny" sus felicitaciones por el trabajo.

Salto ha afirmado que solo él tenía acceso a ese correo del 2 de febrero y que únicamente lo envió en dos ocasiones, ese misma noche del 13 de marzo, a petición de la fiscal jefe provincial y más adelante porque se lo pidió la defensa del novio de Ayuso que lo necesitaba para defenderse en el TSJ de Madrid.

Según el fiscal de delitos económicos, el abogado del novio de Ayuso "faltó al principio de confidencialidad" implícito en todo pacto de conformidad entre la Fiscalía y un investigado al pasarle a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de Díaz Ayuso, el correo que se publicó para sustentar que el ofrecimiento de acuerdo había partido del Ministerio Público, y no a la inversa. Fue el 8 de marzo, ha afirmado, cuando se enteró por la decana de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, Virna Alonso, que el investigado en la causa era la pareja de la presidente de la Comunidad de Madrid.

El instructor ve un "papel relevante" del fiscal general

El magistrado del Supremo que dirige la investigación, Ángel Hurtado, atribuye al fiscal general un "papel de relevancia" en la filtración pues considera que fue el propio García Ortiz quien "dirigió los pasos" que precipitaron la divulgación de esos datos reservados de González Amador. Así lo puso de manifiesto en la resolución en la que acordó su citación como investigado el próximo día 29, en la que incide en la cadena de mensajes que se cruzó con la fiscal jefe superior de Madrid, Pilar Rodríguez (como atestiguó el análisis de su móvil, dado que García Ortiz borró los mensajes de su teléfono aduciendo razones de seguridad y protección de datos), según insiste Fiscalía General para desmentir un "bulo" y acreditar que fue la defensa del novio de Ayuso la que propuso un acuerdo a la Fiscalía a cambio de admitir los dos delitos fiscales que se le atribuyen.

Para Hurtado, en ese trasiego de mensajes García Ortiz se prevalió de "la situación de superioridad que ostentaba sobre otros fiscales que se prestaron a ponerse a su disposición", dada su "posición de preeminencia por ser superior jerárquico de todos ellos". El instructor acota ese ir y venir de mensajes entre ambos a los que se cruzaron entre las 21:59 horas del 13 de marzo del pasado año (cuando Pilar Rodríguez envía al fiscal general el correo del 2 de febrero en el que el abogado de González Amador ofrece al fiscal del caso, Julián Salto, su disposición a llegar a un acuerdo de conformidad reconociendo "íntegramente" el fraude fiscal imputado) y las 23:51 de ese mismo día, cuando la cadena Ser publica en su web ese mismo correo. Ese cruce de mensajes "y los pasos que da antes para lograr hacerse con él" revelan, según Hurtado, la "urgencia y gran tensión" que se produce "bajo su batuta".

Unos hechos que, junto a su intervención en la nota de prensa de la Fiscalía publicada el 14 de marzo (en la que se detallan los contactos entre el fiscal del caso y la defensa de González Amador), son indicativos -para el juez del Supremo- "de su papel relevante en la divulgación reservada y confidencial que no debió divulgarse".

"La secuencia y presura de estos pasos ponen de relieve unas prisas por parte del fiscal general del Estado en recoger una determinada información, tantas, que no puede esperar a la mañana siguiente, así como el concreto interés de contar con ese correo", hizo hincapié Hurtado, quien sitúa al fiscal general -y a Moncloa- en una "dinámica delictiva" que llevó a la divulgación de una información que afectaba "a la intimidad de una persona" y que -insistía- "debería haber sido objeto de reserva, pero que tuvo una publicidad que no debería haber alcanzado por razones de confidencialidad".