CUP

Rajoy ofrece a Puigdemont apoyo frente a la CUP y más diálogo

Rajoy ha asegurado ante el pleno que, si alguien busca el enfrentamiento, a él no le van a encontrar

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención al inicio del Pleno de la sesión de control al Gobierno que se celebra hoy en el Senado.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención al inicio del Pleno de la sesión de control al Gobierno que se celebra hoy en el Senado.larazon

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aconsejado hoy al Ejecutivo de la Generalitat y al PDECat huir de partidos extremistas que, en alusión a la CUP, sólo buscan el enfrentamiento, porque con ellos cree que "no van a ninguna parte".

El Gobierno no cede en su estrategia de abanderar la oferta de diálogo en Cataluña con un discurso que intenta separar a la antigua Convergéncia de sus socios «radicales» de la CUP. En el mensaje oficial no hace mella que la Generalitat haga oídos sordos a esta mano tendida a la negociación o que desde el frente catalán se siga reivindicando que haya un respeto a la voluntad del pueblo de Cataluña, al referéndum, como ayer volvió a colocar encima de la mesa el portavoz del PDECat, Josep Lluis Cleries, ante el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en el Senado. Exigió bilateralidad, una negociación de «tú a tú», y que en ese diálogo entre, por supuesto, la convocatoria del referéndum.

El Gobierno ignora el pulso y sigue apelando al diálogo y a la negociación. Rajoy y la vice-presidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, coincidieron ayer en reclamar moderación y en mantener la oferta de una amplia agenda de temas para negociar, que incluye todo, salvo el referéndum. De hecho, el presidente del Gobierno incluso tendió la mano a la Generalitat para que no dependa del «extremismo» de la CUP y para que se apoye en su Gobierno para buscar acuerdos que beneficien a los catalanes en materia de infraestructuras, pensiones, educación o financiación. «Podemos hablar de muchas cosas y podríamos hablar aún de más si hubiera un poco de buena voluntad por su parte», argumentó Rajoy.

Poco antes el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, había confirmado que no asistirá a la Conferencia de Presidentes, como tampoco lo hará el lendakari, Íñigo Urkullu. Ante lo que el Gobierno respondió con la advertencia de que la multilateralidad no está reñida con la bilateralidad.

«Hay foros bilaterales y multilaterales de relación con las comunidades autónomas que no son incompatibles en absoluto», sentenció la vicepresidenta. La ausencia en esta Conferencia deja en evidencia a Puigdemont y a Urkullu, pero también debilita el alcance y el sentido de la Conferencia de Presidentes que el Gobierno pretende reforzar como mecanismo en el que debatir y acordar políticas que afectan a las comunidades autónomas.

Rajoy insistió ante el Pleno del Senado en que es el momento de hablar de asuntos concretos e importantes para los ciudadanos. Mientras que el portavoz de la antigua Convergència le emplazó a concretar en qué consiste su oferta de diálogo. «Si quiere dialogar adelante, pero bilateralmente, abiertamente, sin condiciones y sin líneas rojas». Rajoy y Sáenz de Santamaría pidieron un esfuerzo para ponerse en el lugar del otro. Y el presidente incluso dejó un consejo a la Generalitat: «Huyan de los que quieran acabar con todo, huyan de los extremistas que están buscando con todas las fuerzas que son capaces el enfrentamiento. Por ahí no van a parte alguna».

El senador catalán sacó a relucir la cumbre para el referéndum independentista que se celebrará el 23 de diciembre y advirtió a Rajoy de que no van a renunciar al «anhelo de libertad» para Cataluña. «Es un error proponer diálogo como una operación cosmética. Nos sentiríamos una vez más defraudados y engañados». Los portavoces de la Generalitat mantienen las espadas en alto, aunque en privado hacen gestos más conciliadores con el diálogo en las cuestiones concretas que plantea Madrid. En la agenda está la reunión de Oriol Junqueras con la vicepresidenta.