España
¿Qué son los Medievales de Teruel?
La ciudad aragonesa viaja cada año al s. XIII y recrea las bodas de Isabel
¿Se puede morir de amor? ¿Y viajar al pasado?
Teruel es esa pequeña ciudad donde pasan "grandes cosas". El pasado fin de semana la ciudad volvió a recrear las bodas de Isabel donde todos los turolenses se implican en una fiesta que se extiende a lo largo de todo el municipio y que les lleva a teletransportarse al siglo XIII. Esta es la época en la que Isabel de Segura y Diego de Marcilla mantuvieron una historia de amor en secreto sin saber que pasarían a la historia como "los amantes de Teruel" y, confirmar, que se puede morir de amor. De hecho, según la ciencia, la pena de amor o tristeza extrema puede provocar que nuestro corazón se someta a un estrés emocional intenso y "romperse", como pudo ocurrirle a los amantes de Teruel.
Este año ha sido una de las más multitudinarias desde que se lleva a cabo su celebración ya que ha reunido a unas 100.000 personas en una capital con una población de poco más de 36.000 vecinos.
El tercer fin de semana de febrero Teruel revive cada año la historia de los Amantes de Teruel con una representación histórica mediante microteatros en diferentes escenarios del casco histórico que se representan durante los cuatro días que dura el evento.
Militares, escribanos, volateros, cuchilleros, especieros, calceteros, frailes, nobles, y hasta prostíbulo. Se trata de la representación de una sociedad existente en el s. XIII y que historiadores han documentado y recreado para ajustarse a la realidad de entonces.
Más de 120 Haimas se extienden a lo largo de todo el municipio. Son pequeñas casas portátiles de origen Árabe, destinadas a ser colocadas en el campo para albergar una o más personas. Nacieron de la necesidad de los beduinos, de organización trashumante, de levantar su casa de forma rápida en el desierto. La Haima continuó siendo la vivienda para aquella parte de la población que vivía de la cría del ganado. Por lo general estaban hechas con tela y cuero de cabra. Las características de este cuero son su porosidad cuando está seca y su impermeabilidad con la lluvia ya que se hincha y aprieta el tejido.
Teruel despliega a lo largo de todo el municipio diferentes Haimas que recrean muchas de las profesiones de aquella época. Es la federación la que agrupa a las diferentes asociaciones que la componen y representan a todas ellas ante toda clase de organismos públicos y privados. Además, vela por la calidad de la Fiesta y fomenta su "rigor histórico", para lo cual se asesora a los nuevos grupos que pudieran surgir y se les exige la adecuación de su vestimenta, lugares de encuentro en la fiesta y demás aspectos que contribuyan a su correcta adaptación histórica que conduzca a engrandecer la recreación medieval de la ciudad de Teruel. Pero es que para viajar en el tiempo también son importantes hasta los utensilios a utilizar en las haimas que van desde el menaje hasta el mobiliario para así lograr homogeneizarlos y que sean acordes a la época.
Pero no todos pueden poner su Haima sino que tiene que estar debidamente acreditada en la historia. El primer paso para formar un grupo es dirigirse a la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Teruel para solicitar la documentación y elegir el nombre del grupo que se va a representar. Puede hacerse consultando el listado confeccionado previamente desde la Federación, tras estudiar, con el oportuno asesoramiento histórico, la estructura social medieval de la Villa de Teruel en el siglo XIII. Cabe también la posibilidad de que los interesados planteen su propio nombre, fruto de los estudios realizados por ellos mismos, y que podrá utilizarse, siempre y cuando se compruebe que efectivamente existía en Teruel aquella época.
Y es que, según asegura la Federación, para dar fe del rigor histórico, cuentan con historiadores turolenses como Rubén Saez, Licenciado en Humanidades, Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid, escritor especialista en historia militar con más de 60 obras publicadas. Vidal Muñoz, catedrático en Historia de la Universidad de Zaragoza y cronista de la ciudad y Chabier Sanz, licenciado y especialista en Historia Medieval por la Universidad de Zaragoza.
Organización medieval
El Concejo de la Villa es el que representa toda la estructura de poder de la Villa, además de los oficios "auxiliares" que dependían del mismo. El equivalente al actual Ayuntamiento.
Por otro lado, están las familias más importantes de la Villa, tanto judías como musulmanas y cristianas, que se repartían por todo el Teruel medieval. Una de las curiosidades de Teruel es que, aunque históricamente tratan de ser rigurosos y cuenta con la implicación de todos los vecinos hay una variación estética: entonces eran pocas las familias nobles y en su mayoría los habitantes pertenecían a una clase social baja, sin embargo; en este viaje en el tiempo la gran mayoría de los turolenses opta por ser de la nobleza, a juzgar por su vestimenta, aunque cada vez se ve, sobre todo a los jóvenes, recreando otras realidades sociales de entonces.
Los Grupos de la Iglesia representan a las grandes órdenes eclesiásticas que existían en Teruel en aquel tiempo, las Gens era como se denominaba al pueblo llano. Mezcla de culturas del siglo XIII, donde convivieron cristianos, musulmanes y judíos.
Militia: Además de las Órdenes militares, tan importantes en la historia de España, otros grupos relacionados con el tema militar. Los oficios están compuestos fundamentalmente por aquellos a los que se hace referencia en el Fuero de Teruel y los Barrios y Parroquias reflejan la estructura que tenía la Villa medieval, su organización y algunas de las calles más importantes de aquel entonces.
Haimas por profesiones
Son numerosas las profesiones que se representan a lo largo de esa Haimas. Entre ellas se encuentra la de los cuchilleros era uno de los sectores con cierto peso económico en la Edad Media en Teruel es el que está relacionado con la metalurgia y en particular con el trabajo del hierro. En su mayor parte se trataba de herreros, aunque con el paso del tiempo y a causa del aumento en la demanda, comenzó a producirse una cierta especialización y diversificación dentro del gremio. En este escenario se enmarca el surgimiento de los cuchilleros, especializados en la fabricación de todo tipo de instrumentos cortantes.
Los calceteros eran los artesanos del gremio textil que se dedicaban a la fabricación o arreglo de las calzas, ya fueran de paño o de lana. A causa de la abundante demanda de este producto, merced a las nuevas modas masculinas imperantes, algunos de los sastres se independizaron para dedicarse a la elaboración de esta prenda semi interior masculina profusamente utilizada en los siglos XIII y XIV.
Las primeras noticias que se tienen del colectivo mudéjar asentado en Teruel data de 1258. A partir de ese momento las noticias en torno a él se prodigarán las poetisas mudéjares. Tras el otorgamiento de un Privilegio Real el 2 de marzo de 1285 se les permitió comprar propiedades rústicas, así como tan sólo satisfacer la mitad de la "pecha" establecida (impuesto). También hay referencias a mujeres mudéjares en estas primeras transacciones comerciales, como Hariza en El Tozal y Meriem en la Plaza Mayor.
Los especieros es una de la haimas que este año fue premiada. Durante la Edad Media la mayor parte de las especias eran un producto de lujo, siendo los especieros los encargados de su venta. Sus usos eran múltiples y no quedaban reducidos al culinario. Gracias al perfeccionamiento en la destilación de plantas aromáticas nació la farmacia, al poder ser usadas también como medicamento. Propiedades curativas tenían el espliego, el romero, el tomillo, la salvia o la mejorana. Los perfumistas también utilizaban especias y plantas, para elaborar sus ungüentos y productos cosméticos.
Los merceros-buhoneros se dedicaban al comercio al por menor de cosas menudas y de escaso valor. Normalmente recorrían las ferias y mercados ofreciendo sus productos en forma de venta itinerante. Su papel resultaba especialmente relevante en las pequeñas localidades donde la gente tenía dificultad para adquirir ciertos productos, pues en las grandes villas y ciudades donde abundaba todo no se necesitaba de ellos. En la mentalidad medieval tenían una baja consideración social a causa de su vida errante.
Los barberos eran aquellos profesionales que muestran habilidad con la navaja de afeitar, en la Edad Media los cometidos que desempeñaban eran mucho más amplios, prueba de ello queda reflejado en El Médico, de Noah Gordon donde queda constatado que también, los barberos, solían realizar prácticas que hoy en día tienen la consideración de cirugía menor, como podía ser la apertura de abscesos de carácter superficial, la realización de sangrías, el arreglo de luxaciones, la aplicación de enemas y cataplasmas, y especialmente la extracción de piezas dentales.
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