Opinión

La Princesa Leonor es feliz en Asturias

Se la ve disfrutar con el contacto con la gente que la llama guapa y agradece su cariño.

S​us Majestades los Reyes Felipe VI Y doña Letizia, acompañados de Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias, Leonor y la Infanta Doña Sofía, presiden el acto de entrega de los premios de la Fundación Princesa de Asturias 2024, que se celebra en el Teatro Campoamor de Oviedo. que distinguen en esta edición a Joan Manuel Serrat, Premio Princesa de Asturias de las Artes; Marjane Satrapi, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades; Carolina Marín, Premio Princesa de Asturias de l...
S​us Majestades los Reyes Felipe VI Y doña Letizia, acompañados de Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias,Alberto R. RoldánFotógrafos

No es posible poner en duda que la Princesa de Asturias ha disfrutado este año, más que ningún otro, de los Premios que llevan su nombre. Su permanente sonrisa en los distintos actos que ha presidido, una alegría que ha trascendido su estado de ánimo, y el entusiasmo que ha transmitido a los asturianos, que han peleado con fuerza por saludarla y estrecharle la mano, han sido muy evidentes. Y por si quedaba alguna duda, sus palabras de añoranza por las frecuentes estancias en los montes y en las playas de Asturias junto a sus abuelos y sus padres durante su infancia ha dejado evidente su amor por la patria chica de su madre y su orgullo porque por sus venas corra también sangre asturiana.

Leonor de Borbón ejerce de Princesa heredera en Oviedo con mesura, alegría, entusiasmo y mucha sencillez. Se enfrenta a su tarea con una responsabilidad y una entrega dignas de elogio. Pronuncia un discurso cuando es nombrada alcaldesa honoraria y recibe la medalla de Asturias que emociona por su perfecta descripción de sentimientos tan emotivos como son los que se guardan de la infancia. Y también asume con naturalidad su creciente papel protagonista en los actos que se desarrollan alrededor de la entrega de los prestigiosos galardones, sustituyendo al rol que ha asumido hasta ahora su padre, el rey Felipe, que cede gustosamente su espacio para cedérselo a su hija.

Hay que creer que cuando Leonor proclama que se siente feliz en Asturias, que se siente también asturiana, como su madre, dice de verdad lo que piensa y lo que tiene en su cabeza y también, por qué no decirlo, en su corazón. Se la ve disfrutar con el contacto con la gente que la llama guapa y agradece su cariño. Para ella, es como estar en casa.