Pirámide del Escudo: Italia indaga sobre la titularidad

Mientras el proceso de declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de la Pirámide de los Italianos continúa por parte de la Junta de Castilla y León, el Gobierno central, que «no se opone» a esta catalogación, reclamó al Ejecutivo regional «aclarar» su titularidad, definir su uso posterior e incluir una mención de reinterpretación que se ajuste a la Ley de Memoria Democrática. La Secretaría de Estado ha confirmado que se ha personado en el proceso a través de la Delegación del Gobierno, velando por la obligación de cumplir la Ley de Memoria y reiterando la necesidad de determinar a quién pertenece el suelo del túmulo transalpino inaugurado en 1939 para enterrar a los 384 combatientes de Mussolini caídos en la batalla del puerto del Escudo.

Entre las alegaciones favorables a la declaración BIC, que busca proteger la construcción por su valor «histórico» y «arquitectónico», están la del senador Roberto Menia, del partido gubernamental Hermanos de Italia, compartida con la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces. Fuentes cercanas a Menia trasladan a este diario que el senador ha hecho una pregunta parlamentaria por escrito al Gobierno de Italia acerca de la propiedad de la pirámide. «Está esperando una respuesta formal y oficial», pero estas fuentes aventuran que «si se confirma que es italiana, las autoridades transalpinas tienen la obligación de custodiar de manera digna el espacio, como se hace con los cementerios de guerra italianos en el extranjero».

Roberto Menia está dispuesto a viajar a Burgos y desplazarse hasta el monumento en visita oficial, como prueba de su implicación. Aunque parece que la propiedad se cedió a Italia, una vez se trasladaron los cuerpos en 1975, el «uso» del terreno pasó a la Hermandad de la Rivera. Según la Asociación Reivindicativa de la Memoria Histórica Raíces, «la donación original pudo ser un acuerdo de las autoridades italianas con el gobernador civil, pero esta ‘certificación sobre la marcha’ no consta porque en 1937 [al comenzar las obras] no había Boletín Oficial del Estado».

Mientras, Raíces ha hecho sus propias pesquisas –y enviado el resultado a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León–. Requerida la petición al Registro de la Propiedad de Burgos, resulta que la nota simple expedida indica que «no se ha podido encontrar la Parcela 181 del Polígono 1 sita en el municipio del Valle de Valdebezana, lo que no implica que pudiera estar inscrita con otros datos». Adjunta la asociación la «certificación catastral sobre la parcela, tal y como así consta tanto en la cartografía catastral como en los archivos del catastro, en los que se determina su referencia catastral como 09425ª001001810000ME [...] catalogándose su ubicación como suelo rústico, de uso principal agrario, con una superficie de 7.537 metros cuadrados».

«De la información general obtenida del visor urbanístico de Castilla y León», hace constar la asociación, «resulta muy curioso que esa zona –salvo el lugar donde se ubica el monumento– es un monte patrimonial que es titular de la entidad local y su gestor es la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, pero justo no incluye el área del monumento».

La conclusión de Raíces es que, «de todo lo visto es de nuestra consideración que todo el monte es de titularidad pública de la entidad local con carácter patrimonial con arreglo a los artículos 8 y 9 de la Ley de Montes de Castilla y León, y si todo lo que rodea al monumento es un bien demanial o de dominio público perteneciente al Ayuntamiento o entidad local, lo de dentro, o sea la Pirámide, lo será también». Por ello, «desde el punto de vista de la titularidad dominial del inmueble, nada impediría pues su catalogación o declaración de Bien de Interés Cultural, y por ello gozar del correspondiente cuidado, conservación y protección legal».

Una arquitectura «singular»

La Pirámide de los Italianos, a medio camino entre Castilla y León y Cantabria, es un mausoleo que mandó construir Francisco Franco en el valle de Valdebezana (Burgos) durante la Guerra Civil para enterrar a los militares italianos que apoyaron al bando sublevado. La Hermandad de la Rivera, una sociedad de ganaderos, habría recuperado el uso del terreno en 1975, una vez Italia repatrió la mayoría de los cuerpos, mientras que el resto se envió al Sacrario Militare Italiano de la Iglesia de San Antonio de Padua, en Zaragoza. El edificio, escalonado y con una M enorme en su puerta de acceso, se convirtió en un reclamo turístico de la zona, precisamente el motivo que esgrimen muchos vecinos para instar a su conservación. La Consejería de Cultura de Castilla y León apunta a su arquitectura «singular» y sus condiciones «artísticas, históricas y paisajísticas». Precisamente algunas de las excepciones a la norma estatal sobre Memoria Democrática para poder conservar la construcción.