Memoria Histórica
El papel en una botella que puso nombre a Germán 82 años después
El mensaje hallado en una fosa de Valencia permite identificar a un calderero fusilado en 1941. No es el primer caso
No es la primera vez, porque fue una práctica llevada a cabo en alguna otra ocasión: la familia o algún allegado pagaba al enterrador para que les permitiera introducir una botella que ayudara después a identificar a los fusilados. Así se descubrió en una fosa común del cementerio de Paterna (Valencia), donde en 2012 se hallaron los restos de 12 personas a las que, como sus familiares contaron en 1940, se llegó a un acuerdo con el sepulturero para ese último favor, previo pago.
Ahora ha vuelto a ocurrir. Se trata de una pequeña botella de medicamento con tapa de metal en cuyo interior guardaba un papel enrollado con un nombre: Germán Pérez Sánchez. Alguien escribió la información, a mano y a máquina, con la esperanza de identificar a uno de los ocupantes de la Fosa 146, curiosamente también del cementerio de Paterna.
El hallazgo se produjo durante los trabajos de exhumación subvencionados por el área de Memoria Democrática de la Diputación de Valencia, en respuesta a la solicitud de la Associació de Familiars de víctimes del Franquisme de la Fossa 146 de Paterna, según informó la institución provincial.
Junto a Germán habrían sido fusiladas 12 personas, el 13 de octubre de 1941, en el paredón de la muerte de la localidad valenciana.
La Diputación de Valencia concedió en abril del pasado año una subvención por importe de 48.500 euros a la citada asociación para poder llevar a cabo el trabajo técnico de exhumación arqueológica.
La aparición del pequeño vial de vidrio forma parte de estos trabajos que posteriormente se completan con la identificación genética de los restos localizados.
Pese a no ser el primer hallazgo de este tipo de material dentro de una fosa común, su estado de conservación es especialmente significativo, han destacado así mismo desde la Diputación.
Según los datos ofrecidos por el historiador Vicent Gabarda, el nombre corresponde a Germán Pérez Sánchez, residente en Utiel en el momento de su asesinato, de 50 años de edad y de profesión calderero.
Los estudios del propio Gabarda apuntan a que los restos de Germán fueron sepultados junto a los de Juan Canet Bou, un agricultor de 24 años de Cullera; Francisco Arbos Salas, un cocinero de Vila-real de 36 años, casado e instaurador del Frente Popular local; Miguel Forner Latorre, un barbero de Utiel de 27 años, y Alfredo Pérez Pérez, agricultor utielano de 38 años, casado y miembro del Ayuntamiento.
También junto a Juan Calvo Boluda, jornalero de 45 años de Manuel; Rafael Gregori Llorens, agricultor de 45 años de Manuel; Bautista Muñoz Mascarell, serrador de 67 años de Manuel y miembro del Comité Ejecutivo Popular local; Francisco Cuenca Ferrando, `espardenyer’ de 55 años de Simat de la Valldigna; Juan Ochea Aparicio, hornero de 47 años de València; Francisco Tormo Herrero, cerrajero de 26 años de València; y Agustín Fontecha Perulero, agricultor toledano de 21 años.
La vicepresidenta primera y responsable de Memoria Democrática, Natàlia Enguix, explicó que esta práctica de encontrar la identidad de las víctimas en botellitas de cristal u otros objetos "no es nueva", aunque "desgraciadamente era poco habitual en este tipo de enterramientos en fosas comunes", ha informado Efe.
Enguix señaló que la aparición de la pieza de cristal con el nombre de Germán Pérez "indica que los trabajos que lleva a cabo la empresa ArqueoAntro van por buen camino, así como los estudios del historiador Vicent Gabarda, que apuntaban a que en la Fosa 146 de Paterna puede haber enterradas doce personas".
"Todas ellas merecen ser identificadas, que sus restos puedan quedar a disposición de las familias y que su memoria sea reparada frente al olvido de los que insisten en contarnos una historia incompleta", indicó.
Edmundo, una memoria preservada en Agua de Valencia
En octubre de 2019, otra botella en una fosa de Galicia permitió resolver otra identidad, en este caso de Edmundo Peinado Ponte, un coruñés que tenía 27 años en el momento de ser fusilado, en 1936 y domicilio en calle Atocha Alta 70-bajo izquierda. En el municipio de Guitiriz, en la zona de la comarca de la Terra Chá que toca con A Coruña, según informó "La Voz de Galicia", el recipiente con el mensaje apareció durante la exhumación de una fosa en la que estaban los restos de Peinado y de otras siete personas. Seis fueron enterrados en ataúd y dos estaban sin féretro. La botella, que estaba a menos de un metro de profundidad y cubierta por piedras, corresponde a una empresa que elaboraba entre otros productos Agua de Valencia. Aparecieron otras dos botellas con anotaciones dentro, aunque de forma diferente. Algo más sencillas en su estética, contuvieron brandy de una conocida marca andaluza que aún sigue en activo. Su estado de conservación era más deficiente, lo que impidió descifrar lo que tenían escrito.