Creen que la figura del Monarca puede contribuir a relanzar la reputación de la capital catalana.

La visita de Felipe VI ayer a Barcelona para asistir a varias reuniones con empresarios cobró especial importancia por los recientes acontecimientos de la política catalana. El juicio del «procés» está visto para sentencia y una de las principales instituciones empresariales de Cataluña, la Cámara de Comercio, ha caído en manos del independentismo. Quizás por ello, Don Felipe se tomó su tiempo con el resto de asociaciones empresariales catalanas antes de culminar su visita con una cena en el marco del Salón Internacional de la Logística (SIL), a la que no acudió ni el president de la Generalitat, Quim Torra, ni ninguno de sus consellers, pero tampoco la alcaldesa de la Ciudad Condal, Ada Colau, que declinó su asistencia a un evento en el que hubo casi un millar de invitados.

Así las cosas, los empresarios tenían mucho que comentarle al Rey. Si desde la asociación Barcelona Global le pedían que contribuyese a reconstruir la reputación de la capital catalana, Fomento del Trabajo le solicitaba su ayuda para tender puentes económicos. La visita del Monarca, sin embargo, no estuvo acompañada del habitual discurso institucional, por lo que del contenido de las reuniones dieron cuenta los propios empresarios.

Si bien es cierto que el president de la Generalitat no suele acudir a la «cena de la logística», la visita del Monarca invitaba a pensar que por una vez podía ocurrir lo contrario, pese a las tiranteces y plantones recientes. El año pasado, sin ir más lejos, el conseller de Territorio, Damià Calvet, estuvo presente. Y en esta ocasión el Consorcio de la Zona Franca, organizadores del SIL, confirmó que habían cursado la invitación del presidente del Govern. Nada más lejos de la realidad. Las relaciones entre las dos instituciones no pasan por su mejor momento y en la retina todavía permanece el recuerdo de la inauguración del Mobile World Congress de la que Torra se escabulló a medio recorrido por el congreso.

Uno de los motivos alegados por la Generalitat para justificar la ausencia de miembros del Govern es que los organizadores del foro no habían previsto que tomaran la palabra. El jefe del Estado, en cualquier caso, fue recibido con una fuerte ovación a su llegada, y fue el encargado de entregar los premios en las distintas categorías.

Antes, durante el día, Felipe VI se reunió con la patronal Fomento del Trabajo y la asociación Barcelona Global, que agrupa unas 200 empresas, como, por ejemplo, Caixabank, Banc Sabadell, Abertis, Agbar o Accenture. El presidente de Barcelona Global, Pau Guardans, explicó tras la recepción que Barcelona «necesita volver a proyectarse en el mundo» después de haber sufrido un «daño fuerte en su reputación por la agitación política, por episodios de turismofobia» y por los atentados de las Ramblas en agosto de 2017. En esa tarea, el también presidente de Único Hotels se mostró convencido de que el jefe del Estado puede tener una contribución destacada: «La Corona siempre ha tenido un papel importantísimo como embajador de la ciudad. Lo tuvo en el pasado, en los Juegos Olímpicos y espero que lo siga teniendo en el futuro. Nos puede ayudar mucho en la reconstrucción de la reputación de la ciudad. Todo lo que pueda hacer será bienvenido», señaló.

El presidente de Fomento del Trabajo, Josep Sánchez Llibre, por su parte, señaló que «le hemos planteado que la patronal es la casa grande de todos los empresarios catalanes. Queremos que Cataluña sea el “hub” industrial y de innovación del sur de Europa», planteó.

El Gobierno recurrirá las tres últimas «embajadas» de la Generalitat

El Gobierno ha dado instrucciones a la Abogacía del Estado para que recurra ante los tribunales por la vía contencioso-administrativa la decisión de la Generalitat de abrir tres nuevas delegaciones en México, Argentina y Túnez, según informó ayer el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación. Además, el Gobierno ha pedido a la Abogacía que solicite medidas cautelares para evitar que se produzcan actividades «perjudiciales para los intereses del Estado» no solo en estas tres oficinas, sino en todas las que se extralimiten en sus funciones. El motivo, según explicó el propio Ministerio de Exteriores, es que la experiencia demuestra que estas oficinas de la Generalitat «están siendo un instrumento fundamental para promover las tesis del secesionismo y denigrar la imagen internacional de España». El recurso se presentará ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).