Normativa
Las lenguas cooficiales llegan al Congreso antes de cambiar el reglamento
El PP planea su respuesta jurídica porque tiene dudas sobre la constitucionalidad de la reforma
La Mesa del Congreso adoptó ayer un acuerdo, con los votos del PSOE y Sumar y la oposición del PP, para que las lenguas cooficiales puedan utilizarse en el hemiciclo ya desde el próximo martes, incluso antes de que se apruebe la reforma del Reglamento del Congreso que se registró con este objetivo la semana pasada.
De hecho, los diputados que lo deseen ya las podrán usar en el debate de toma en consideración de la proposición de ley que contiene esa reforma reglamentaria, y que será el único punto del Pleno del orden del día que se celebrará la semana que viene.
El PP considera «una falta de respeto» que se dé este paso antes de que siquiera se haya aprobado la reforma del Reglamento que se registró a tal fin, y estudiará qué respuesta jurídica da a esta decisión que no comparte. De entrada, el PP acusó ayer a la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, de haber roto el consenso que imperaba en todas las cuestiones que afectan al Reglamento del Congreso y que ella misma se comprometió a mantener, y de haber actuado con «incoherencia» respecto al criterio que el propio PSOE defendió hace un año con una iniciativa similar que acabó rechazando.
Este «giro copernicano», según sostienen los populares, responde claramente a un criterio «político», en tanto en cuanto el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, necesita cumplir los acuerdos con los independentistas para su eventual investidura.
A los populares el cambio de criterio les genera dudas constitucionales. Citan el artículo 3 de la Constitución que, establece el castellano como lengua oficial del Estado, y el 23, que garantiza la participación en los asuntos públicos a través de los diputados.
Fuentes parlamentarias han explicado que la traducción del catalán, el gallego y el euskera estará garantizada desde el martes, puesto que el Congreso contratará a los traductores que estime oportunos de entre los que ya venían trabajando en el Senado. Eso sí, si alguien quiere hablar en bable o aranés deberá autotraducirse.
Además, habrá auriculares para que todos los presentes en el hemiciclo (no sólo parlamentarios sino también las taquígrafas, periodistas, invitados o público) puedan entender a todos los oradores. La Cámara ya cuenta con auriculares que se han utilizado en las visitas de invitados internacionales pero tiene previsto adquirir más.
Con esta decisión, el PSOE y Sumar dan cumplimiento al anuncio que realizó la presidenta del Congreso, Francina Armengol, en el discurso que pronunció tras su elección el pasado 17 de agosto, cuando aseguró que las lenguas cooficiales podrían utilizarse desde ese mismo momento. De hecho, su uso fue la condición que los independentistas de ERC y Junts pusieron al PSOE para apoyar la elección de Armengol y garantizar así una mayoría progresista en la Mesa de la Cámara.
Desde los grupos que conforman el gobierno de coalición en funciones defienden que este acuerdo para que se puedan utilizar incluso antes de modificar el Reglamento se ha tomado tras constatar que existe una voluntad mayoritaria en la Cámara de generalizar su uso, habida cuenta de que la reforma se registró con la firma de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG. Junts no la rubricó pero la apoya.
Fuentes socialistas han precisado que la contratación de los traductores para el Pleno de la semana que viene cuenta con plena cobertura jurídica gracias al acuerdo de la Mesa de ayer y que las que se hagan después, la primera para la investidura de Feijóo, estarán amparadas por la reforma reglamentaria que ya estará aprobada.
Tampoco aprecian ningún problema administrativo para unas contrataciones que se enmarcan dentro de los denominados ‘contratos menores’ (inferiores a 15.000 euros si son de suministro o servicio). De hecho, van a seguir el mismo funcionamiento que el Senado donde, según han explicado, se contrata a los traductores pleno a pleno. Por lo pronto, no se ha hablado de la posibilidad de que la Cámara se haga con un cuerpo estable de traductores.
Además, la Mesa ha dado el visto bueno formal a la reforma reglamentaria, que contempla el uso de las lenguas cooficiales en todos los debates parlamentarios, así como en la presentación de iniciativas.
La proposición de ley ha sido calificada con los votos del PSOE y Sumar, que también han acordado que se tramite por el procedimiento de urgencia como pedían sus promotores, lo que implica acortar los plazos a la mitad. El siguiente paso tendrá lugar hoy, cuando la Junta de Portavoces convoque para la semana que viene la sesión plenaria en la que se aprobará de forma exprés. Así, el martes se celebrará el debate de toma en consideración y se aprobará su tramitación en lectura única –es decir, de una tacada en el Pleno y sin pasar por la Comisión de Reglamento, que aún no se ha constitutido–. Después, los grupos parlamentarios podrán presentar las enmiendas que estimen oportunas y, tras su debate, el texto quedará aprobado en el Pleno el jueves.
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