Rojo
La Audiencia sienta en el banquillo a Pineda, Bernad y López Negrete por el «caso Ausbanc»
El juez Pedraz mantiene en prisión al ex presidente de la asociacion de consumidores por la supuesta extorsión a entidades bancarias y a los abogados de la Infanta
El juez Pedraz mantiene en prisión al ex presidente de la asociacion de consumidores por la supuesta extorsión a entidades bancarias y a los abogados de la Infanta.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado la apertura de juicio oral contra el ex presidente de Ausbanc Luis Pineda, el ex secretario general de Manos Limpias Miguel Bernad, la que fuera abogada del sindicato Virginia López Negrete y otras siete personas por la supuesta extorsión de la asociación de defensa de los consumidores, sirviéndose de Manos Limpias, a entidades bancarias. En su resolución, el titular del Juzgado de Instrucción número 1 del citado tribunal decide mantener en prisión a Pineda «teniendo en cuenta la gravedad de las penas» que se solicitan para él y la necesidad de garantizar su presencia en el juicio evitando una posible fuga. La Fiscalía reclama para el ex presidente de Ausbanc 119 años de prisión por pertenencia a organización criminal en grado de dirigente, extorsión, estafa, blanqueo y delito fiscal por liderar supuestamente una red de extorsión a entidades financieras y empresas que, a partir de 2013, se habría servido para sus fines del sindicato Manos Limpias, para cuyo ex secretario general, Miguel Bernad, pide una condena de 25 años de cárcel. Entre la veintena de presumibles chantajes que relata en su escrito de acusación el teniente fiscal de la Audiencia, Miguel Ángel Carballo, se incluye el intento de «negociar la retirada de la acusación contra la Infanta Cristina» en el «caso Nóos» a cambio de tres millones de euros que Pineda reclamó a los abogados de la hermana del Rey en marzo de 2016. Para la que fue la abogada del sindicato en este procedimiento, Virginia López Negrete, el representante del Ministerio Público solicita una pena de doce años de prisión al considerar que era «conocedora» de dicha estrategia y que «seguía las instrucciones» que le daba Bernad y «enviaba la información que obtenía del caso» al entonces presidente de Ausbanc.
Entre las entidades extorsionadas figuran BBVA, Caja Madrid, Credit Services, Novagalicia, Catalunya Bank, Unicaja, Nissan, Barclays Bank, Caja Castilla La Mancha, Banco Sabadell, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Cajasur, Europistas, Caja Vital, Banco Caixa Geral, Gas Natural, Citibank, Bankia, Caja Rural del Sur, Banco Mare Nostrum y Banca March.
Pedraz también abre juicio contra Ausbanc y un ramillete de 24 empresas vinculadas, así como contra Manos Limpias. El magistrado da de plazo a los abogados de los acusados hasta el próximo 28 de septiembre para que presenten sus escritos de defensa, un tiempo que considera proporcional «a la complejidad de la causa». Asimismo, insta a Bernad a que antes de tres días designe un abogado que defienda en la causa al colectivo de funcionarios del que era secretario general. Por último, da 15 días de plazo a los acusados y a los responsables civiles para que remitan al juzgado un relación de su patrimonio para garantizar hipotéticas responsabilidades civiles. No obstante, el juez les advierte de que pondrá en marcha una investigación para que los distintos registros faciliten esa relación de bienes.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, Pineda constituyó en 1986 Ausbanc como una asociación sin ánimo de lucro en defensa de los consumidores, pero «en realidad» tenía la intención de utilizarla para «lograr un enriquecimiento ilícito». Aprovechando la existencia de procedimientos judiciales que en ocasiones eran iniciados por la propia asociación «con la excusa de la defensa de los consumidores y usuarios», Pineda negociaba –según el relato de la acusación pública– con las entidades demandadas acuerdos «a cambio de sustanciosas cantidades» para evitar campañas de desprestigio o el ejercicio de acciones legales en su contra. Y en el caso de que esas querellas se llegasen a presentar «conseguía llegar a algún tipo de acuerdo económico para rebajar pretensiones o incluso archivar el procedimiento judicial, lo que llevaba a cabo aunque tal decisión conllevara un perjuicio» para sus asociados.
Esos pagos de entidades financieras y empresas «se enmascaraban» como publicidad en las revistas de Ausbanc, como «estudios de mercado» y mediante patrocinios de jornadas u otros eventos de la asociación de consumidores. Con el objetivo de «reforzar la presión contra las entidades» y lograr esos acuerdos económicos desde finales de 2012 Pineda habría utilizado al sindicato Manos Limpias, «que además financiaba, para ejercer la acusación popular contra determinadas personas, contando con el apoyo y beneplácito» de Bernad.
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