"Caso Rubiales"
El juez suspende el careo entre la amiga de Jenni Hermoso y el director de Márketing de la RFEF
La defensa de Jorge Vilda pide al juez que cite como testigo a la seleccionadora Montse Tomé
El juez del "caso Rubiales", Francisco de Jorge, ha suspendido el careo previsto entre Rubén Rivera, director de Márketing de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), y la amiga de Jenni Hermoso Ana Belén Ecube, que estaba previsto celebrar el próximo día 30 en la Audiencia Nacional para aclarar las contradicciones sobre el papel que jugó Rivera, imputado por coacciones, en las supuestas presiones a la futbolista internacional para que respaldara a Rubiales en su versión de que el polémico beso tras la final del Mundial el pasado 20 de agosto fue consentido. Según confirman fuentes jurídicas, el magistrado ha decidido que no procede la práctica de la diligencia después de que los abogados del responsable federativo -que negó esas presiones y limitó su papel en la estancia de las jugadoras en Ibiza tras el Mundial, donde presuntamente se produjeron parte de esas coacciones, a la de mero "correveidile" de la Federación como enlace con las futbolistas- reclamaran al instructor que precisase las contradicciones entre ambos testimonios por las que se acordaba el careo.
Además, según esas mismas fuentes la defensa de Jorge Vilda ha solicitado al juez del "caso Rubiales" que llame a declarar como testigo a la seleccionadora Montse Tomé, que fue su ayudante en el combinado nacional. Y no solo para que manifieste si le consta que el exseleccionador presionase a Jenni Hermoso, sino para que aclare si su decisión de no convocarla en su primera lista tras el Mundial ganado por España fue una represalia instigada por Luis Rubiales por no haber respaldado la versión sobre el polémico beso a la internacional española tras la final del Mundial, como mantiene la acusación. En todo caso, cabe recordar que Rubiales dimitió de su cargo una semana antes de que Tomé hiciese pública esa convocatoria.
En la jornada de hoy, el director del Comité Nacional del Fútbol Femenino, Rafael del Amo, ha asegurado en la Audiencia Nacional que no presenció las supuestas presiones a Jenni Hermoso para que cerrara filas con la versión de Luis Rubiales -investigado ahora por agresión sexual y coacciones- y dijera públicamente que el beso fue consentido. Del Amo, que viajó en el avión de la expedición española de regreso a España desde Sídney (Australia), ha explicado al instructor del "caso Rubiales" que "no presenció" esa conversación, aunque sí supo que el seleccionador fue a hablar con el hermano de Jenni.
Del Amo ha explicado que Rubiales, al que según fuentes presentes en la declaración ha definido con "muy impulsivo", se cerró en banda cuando él le dijo que "había metido la pata" y le aconsejó que, antes de que el asunto adquiriera mayor trascendencia, "saliera públicamente a pedir disculpas", a lo que Rubiales se negó: "No he hecho nada malo y no tengo que arrepentirme de nada".
Ante el juez también ha comparecido un testigo de la conversación que mantuvieron en el avión de regreso a España el seleccionador Jorge Vilda y el hermano de la futbolista internacional Rafael Hermoso, durante la cual según este último el seleccionador le presionó para que su hermana respaldar la explicación dada por el entonces presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de que el beso fue de mutuo acuerdo y espontáneo fruto de la euforia por la consecución el campeonato del mundo.
Según fuentes jurídicas, Vitoriano Martín, amigo de la futbolista, ha corroborado la versión de Rafael Hermoso "sobre los hechos acontecidos en el avión de vuelta a España" y ha explicado que el seleccionador le dijo: "Si no haces esto, podría tener consecuencias personales y profesionales para tu hermana". No obstante, habría incurrido en alguna contradicción con la versión que dio el hermano de la futbolista, que aseguró que en la conversación había varias personas, mientras que el testigo ha precisado que solo estaban ellos tres.
La declaración de Laia Codina, suspendida
Quien finalmente no ha podido declarar como testigo ante el juez De Jorge ha sido la futbolista de la selección española Laia Codina, por problemas técnicos en su citación -la futbolista del Arsenal vive en Londres- por lo que será citada más adelante de forma presencial. Antes que ella, otras tres compañeras de selección de Jenni Hermoso -Alexia Putellas, Irene Paredes y Misa Rodríguez- ratificaron el pasado 2 de octubre en la Audiencia Nacional las presiones a la futbolista para que avalara la versión de Rubiales.
El pasado octubre, Vilda -imputado por coacciones- negó al juez que presionara al hermano de Jenni Hermoso en el avión de regreso a España para que la campeona del mundo respaldara la versión de Rubiales quitando hierro al comportamiento del presidente de la RFEF. Según explicó en su declaración, habló con Rafael Hermoso para intentar "bajar el suflé", por la creciente repercusión mediática del beso de Rubiales a la jugadora internacional, pero negó que coaccionara a su hermano para que la jugadora del Pachuca calmase las aguas públicamente diciendo que el beso fue consentido.
Según su testimonio, dado que conocía a Jenni y a su familia desde que ella tenía 16 años y jugaba en las categorías inferiores, decidió hablar con su hermano, aunque no por indicación de Rubiales, al ser consciente de la dimensión que estaba adquiriendo el asunto, con el propósito de "ayudarla y asegurarse de que estaba bien". Por este motivo, añadió, le dijo que "sería bueno que saliera a dar su versión de los hechos".
Respecto a ese viaje de regreso a España donde Jenni Hermoso sitúa algunas de las supuestas presiones -que su hermano ratificó en su declaración como testigo-, Vilda aseguró que notó que el ambiente que se vivió en el estadio y en el autobús, festivo y de celebración, era totalmente distinto en el avión de vuelta a España, cuando notó que se había tornado "más tenso y enrarecido".
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