El juez llamará a declarar a Elisa Mouliaá para que ratifique su denuncia antes de interrogar a Errejón

El juez del "caso Errejón", Adolfo Carretero, tiene previsto citar a declarar en primer lugar a Elisa Mouliaá para que ratifique su denuncia por agresión sexual contra el exportavoz de Sumar en el Congreso, según apuntan fuentes jurídicas. La citación, todavía sin fecha, se producirá a partir de la próxima semana, señalan esas mismas fuentes. Posteriormente, aunque no el mismo día, el titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid citará a declarar como imputado al propio Errejón para ser interrogado en relación a los hechos denunciados.

La rápida respuesta del Congreso confirmando que Errejón ya no es diputado, y por tanto ha perdido el aforamiento que impediría a un juez de instrucción ordinario investigarlo, supone "el kilómetro 0" del procedimiento judicial contra el exparlamentario, apuntan las fuentes consultadas, dado que Carretero ya ha abierto diligencias previas (lo hizo en el momento que cursó su petición a la Cámara Baja) para investigar la denuncia de Mouliaá.

Tras escuchar a la actriz ratificarse en su denuncia, el magistrado podrá interrogar ya a Errejón en los juzgados de Plaza de Castilla en calidad de investigado. Aunque antes puede optar por escuchar el testimonio de testigos o practicar alguna diligencia, previsiblemente se decantará por escuchar la versión del exdiputado una vez haya comparecido la actriz.

Por el momento, la denuncia de Mouliaá es la primera que está ya en manos de un juez, aunque en las últimas horas ha trascendido que la exconcursante de Gran Hermano Aída Nízar ha presentado ante la Policía otra denuncia contra Errejón por supuesto acoso sexual, que sin embargo todavía no ha llegado a los juzgados.

Mouliaá asegura en esa denuncia, que presentó ante la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer de la Policía Nacional, que Errejón la invitó a la presentación de su libro y, después, fueron a tomar algo en la zona de Ópera, en la capital de España. Juntos se fueron a una fiesta de una amiga de ella y ya en el coche, asegura que notó un cambio de actitud en su acompañante, que se mostraba "dominante". Una vez en el edificio, mientras subían a la vivienda en ascensor Errejón la agarró "fuertemente de la cintura" y comenzó a besarla "introduciéndole su lengua en el interior de su boca, dejándola sin respiración y de una forma violenta", lo que le hizo sentirse muy "intimidada".

En mitad de la fiesta, "le agarró fuertemente del brazo y la llevó por la fuerza" a una habitación, donde tras cerrar con pestillo comenzó a besarla y a tocarla sin su consentimiento "por distintas partes de su cuerpo, sobre todo la zona de los pechos y de los glúteos", llegándole a quitar el sujetador mientras le decía "frases lascivas".

Después, le empujó sobre la cama y "se sacó su miembro viril, comenzando a lamer la zona de los pechos", ante lo que se sintió "paralizada" porque "no consintió nada de lo que sucedió". Cuando le dijo que quería volver a la fiesta, el político le puso como condición que en veinte minutos tenían que irse a su casa.

Transcurridos unos minutos, el entonces líder de Más País se impacientó y le apremió a irse. En el coche de camino a su piso, su padre le llamó para avisarle de que su hija, entonces de un año de edad, tenía 40 de fiebre, lo que "preocupó mucho" a la actriz, pero no al político, quien "no reaccionó en absoluto", manteniendo una actitud "fría e impasible".

En la vivienda, "sin mediar palabra" Errejón comenzó nuevamente a besarla mientras le realizaba "tocamientos por la zona de los pechos y de los glúteos" por fuera de la ropa y trataba de trasladarla a su habitación. Es entonces cuando ella le dice que le hace sentir "muy incómoda", reiterándole que seguía muy preocupada por su hija, llegando incluso a espetarle: "Solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo".

La actriz le preguntó "si no sabía lo que era la seducción, los tiempos y la escucha", a lo que Errejón replicó dándole las gracias y diciéndole que lo sucedido "le iba a servir para futuros encuentros", algo que a Mouliaá le produjo "sorpresa, repulsión y decepción".