El presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, aseguró hoy que no tiene ninguna intención de dimitir tras haber declarado como imputado en el Tribunal Supremo por un posible delito de prevaricación administrativa.

El presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, aseguró hoy que no tiene ninguna intención de dimitir tras haber declarado como imputado en el Tribunal Supremo por un posible delito de prevaricación administrativa, relacionado con la contratación de un abogado externo, presuntamente sin seguir los trámites legales para asesorar a la administración en un procedimiento de despidos de una empresa pública.
Tras su salida, después de prestar declaración durante hora y cuarto, Imbroda aseguró que actuó con la plena conciencia de respetar los trámites y que disponía de informes técnicos que avalaban esa contratación.
En relación a si su caso podría considerarse «similar» al de Chávez y Griñán, para quienes el PP ha pedido su dimisión, Imbroda no quiso entrar en comparaciones y se limitó a señalar que él había venido a «hablar de mi libro». Sin embargo, si dejó claro que a él se el imputa una presunta prevaricación administrativa cometida en 2010.
«Aquí, añadió, no hay tráfico de influencias, ni cohecho ni «he tenido ningún tinglado raro».
Preguntado sobre si pensaba dimitir señaló que no ha pensado en ningún momento en ello y que tiene la conciencia tranquila, aunque dejó claro que se encuentra a disposición del partido y de su presidente, Mariano Rajoy. «Si mi partido entendiese que tengo que estar abajo limpiado lo estaría», afirmó.
El presidente de Melilla concluyó que «tengo la conciencia tranquila y los bolsillos cristalinos».