DANA

Feijóo, al jefe del PP europeo: «Ribera, no»

El líder popular dirigió en persona las gestiones en la UE para el veto temporal a la candidatura de la vicepresidenta tercera

Ala una y media de la tarde del lunes pasado, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, contactó por teléfono con el presidente del PPE, el alemán Manfred Weber, en una conversación que se resume en una de las frases que el líder popular le espetó al dirigente germano: «Ribera, no».

Para convencer al máximo jefe del grupo popular europeo de que se siguieran las directrices de los populares españoles, y se ejecutase el veto a la candidatura de la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, como vicepresidenta y comisaria de competencia de la UE por su papel ante la DANA, Feijóo esgrimió que esto no es un tema de siglas, de enfrentamiento entre socialistas y populares, sino de oposición frontal al perfil de Ribera por lo que no hizo como ministra y por lo que sí ha hecho durante la catástrofe, «dedicarse al lobby para sus propios intereses en París y en Bruselas», mientras Valencia se ahogaba.

El PP consigue torcerle el brazo en Europa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un tema muy relevante para Moncloa, por su apuesta por la candidatura estrella de Ribera. Y además internacionaliza la tragedia de la riada en Valencia y coloca el foco en la gestión del Gobierno de Sánchez, según dice el PP. Aunque también se internacionaliza la gestión de la otra Administración afectada, la Generalitat valenciana.

En cualquier caso, el bloqueo sirve al PP para intentar que no toda la atención esté puesta en Carlos Mazón dada la dimensión que implica el freno a la designación de la vicepresidenta. Supone tanto como dejar en el aire el acuerdo de 27 países y tres partidos, y coloca a otros cuatro comisarios, que iban en el mismo paquete, también en el alambre.

Ribera había solicitado su comparecencia en el Congreso, pero ese movimiento no ha servido para frenar el golpe, al menos temporal. El PP no se va a mover de su «no», y habrá que ver lo que aguanta el PPE. Los populares no se oponen a que el puesto lo ocupe otro socialista español, siempre que no sea Ribera. Tumbar su designación es muy difícil de lograr, como reconoce el PP, aunque la delegación española de los populares siempre votará en contra.

La polarización doméstica, y que marca la política cada vez de más países europeos, se hace así patente en el proceso de formación del nuevo gobierno comunitario. Los socialistas han respondido a la decisión del PPE bloqueando el nombramiento de todos los vicepresidentes que se iban a someter a examen, en un intento de proteger la imagen de Ribera. ¿Para cuándo puede haber un nuevo intento de nombramiento? Pues la respuesta es que no hay fecha porque el PP no lo liga ni siquiera a las explicaciones que tenga a bien dar en el Congreso de los Diputados. Fuentes comunitarias sí esperan que la reunión y el desbloqueo pueda ejecutarse la semana que viene.

El PP sostuvo desde el primer momento que votaría en contra de Ribera, siguiendo el mismo modelo que ya utilizó el PSOE con la candidatura de Miguel Arias Cañete. Pero es consciente de que después de este primer respaldo, la posición del PPE puede variar ya que no se pueden pasar por alto las distintas alianzas que se establecen entre países y grupos para influir en el Ejecutivo que presidirá Ursula Von der Leyen.

Ribera ha optado por un perfil bajo en estas últimas semanas que han estado sometidas a la catástrofe por la DANA. Y Génova ha encontrado en ella el contrapeso a Mazón y a la presión que se ha puesto sobre él por los errores que ha cometido en las horas más decisivas de la riada.

Ribera lleva dos semanas sin comparecer a nivel nacional y sólo ha dado una entrevista de radio desde que se desató el caos por el temporal. Todas sus intervenciones públicas las ha delegado en el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, tanto en las visitas a Valencia como una comparecencia en el Congreso, que estaba prevista desde hace tiempo y que se acabó anulando precisamente por la DANA.

En vísperas de su examen comunitario no quería verse manchada por la tragedia ni por las críticas que se están vertiendo contra todos los responsables públicos que de manera más directa o tangencial tienen o han tenido algo que ver con la zona devastada por el agua. En su caso, se la señala por la dejación de sus responsabilidades como responsable de la Conferencia Hidrográfica y porque frenó en 2021 un proyecto de adecuación del barranco del Poyo por razones medioambientales y también de ahorro de costes.

No se ha desplazado a Valencia, pero también es cierto que ni el Ministerio de Transición Ecológica ni ella misma forman parte de los cinco grupos de respuesta inmediata creados.