Los correos

El exasesor de Moncloa compaginó el análisis de la estrategia nacional de ciberseguridad con los encargos del hermano de Sánchez

El hermano del presidente del Gobierno pidió ayuda al exasesor de Moncloa mientras revisaba un documento estratégico: "¡Qué mano tienes! Gracias"

La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha constatado que Luis Carrero, el exasesor de Moncloa que se incorporó a la Diputación de Badajoz en enero de 2024 como asistente de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno, estuvo «compatibilizando las labores propias de su puesto» en Presidencia «con las tareas» que le encomendaba aquel. Hasta el punto de que, según consta en el último atestado remitido por la unidad policial a la juez Beatriz Biedma, David Azagra –nombre artístico de David Sánchez– le requirió su ayuda incluso cuando Carrero estaba inmerso en la revisión de un documento sobre la estrategia nacional de ciberseguridad.

«Buenas Luisinho», le escribió Sánchez el 17 de octubre de 2023 –cuando todavía faltaban dos meses para que Carrero se incorporara a la Diputación de Badajoz–. «Sin que te comprometa a nada. ¿Estás por la labor?», le pregunta recabando su colaboración para uno de sus proyectos operísticos como jefe de la Oficina de Artes Escénicas, el estreno de «La Paz perpetua». Todo dentro de lo que denomina «adelantos de generosidad» por su parte.

Pero Carrero le traslada ese mismo día la dificultad para asumir el encargo –la redacción de un texto sobre el programa Ópera Joven, que según la juez se puso en marcha para satisfacer las «preferencias personales» de Sánchez. «Pues me encantaría hermanito... Lo que pasa es que este mediodía nos ha caído un muerto», asegura. «Tengo que corregir casi 100 páginas de la estrategia nacional de ciberseguridad y no sé cuántos días me va a llevar eso».

[[H2:"Caro irmãozinho"]]

No obstante, le pregunta «para cuándo tendría que estar el texto» y «qué extensión piden» en número de palabras «si puede ser», antes de transmitirle: «La idea que apuntas me parece perfecta». En todo caso, y pese a esa carga de trabajo a la que alude, Carrero apunta «alguna clave» a David Sánchez para vender su proyecto como «programa de apoyo al enriquecimiento del patrimonio musical español». Haciendo hincapié en que una obra de nueva creación, como la adaptación operística de «La paz perpetua» de Kant, es «una actualización del género que permite expresar sensibilidades dramáticas y musicales contemporáneas». Y continúa pergeñando las líneas maestras que Sánchez necesita para poner en valor su proyecto: «La ópera es un instrumento vivo y perfectamente válido para expresar las inquietudes artísticas del ser humano contemporáneo».

Para la UCO, la respuesta del en esas fechas asesor de Moncloa demuestra que Carrero «estaría compatibilizando las labores propias de su puesto de trabajo con las tareas que le encomienda David Sánchez y que tienen que ver con las funciones de este último».

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Pero dos semanas después, el 30 de octubre, Carrero cumple el encargo y remite de madrugada el texto solicitado a su «caro irmãozinho» (querido hermanito, en portugués). «He corrido para liquidar hoy lo del programa de mano, porque me temo que a partir de mañana me vienen curvas y estaré missin in combat», le escribe. «Comprueba que los mensajes son los correctos, please, y por supuesto cambia a discreción lo que te dé la gana», asegura. Eso sí, le advierte de que «esto deberá ir firmado por alguien». «He asumido que serás tú, como director del proyecto desde los inicios», le apunta. Aunque añade –demostrando la estrecha relación que tiene con la Diputación– que «una alternativa sería Ricardo, aunque más forzada» (según la Guardia Civil, se refiere a Ricardo Cabezas, diputado delegado del área de Cultura de la Diputación). El texto parece entusiasmar a David Sánchez, pues a renglón seguido le felicita a primera hora de la mañana. «Ohhh! Eres mi primera lectura de la mañana, ¡qué mano tienes! Gracias», le escribe agradecido por haber cumplido su encargo.

Pero la juez que investiga a David Sánchez por su supuesta contratación a dedo como personal de alta dirección en la Diputación de Badajoz en 2017 ya no solo ve indicios de tráfico de influencias en estos hechos, sino también en la incorporación a la institución presidida por el líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, del propio Carrero.

David Sánchez daba por hecha su incorporación

Los correos intervenidos evidencian que David Azagra ya daba por hecha la incorporación de Carrero con su persona de confianza a finales de octubre de 2023, 23 días antes de que la plaza se convocara oficialmente.

El 30 de octubre de ese año, dos meses antes de su incorporación al puesto y cuando ni siquiera se han aprobado en el Portal del Empleado las bases para optar al puesto en comisión de servicios (no sucedería hasta el 22 de noviembre), David Sánchez envía un correo electrónico a Luis Carrero en el que apunta: «En cuanto te incorpores quiero pasar una semana al menos por aquí para servir de apoyo».

Solo dos semanas antes, el área de Cultura de la Diputación de Badajoz había iniciado el procedimiento para cubrir el puesto de jefe de Sección de Centros y Programas de Actividades Transfronterizas, que acabaría adjudicándose a Carrero, el único que fue seleccionado en la lista de aspirantes, de manera exprés: la entrevista personal y su exposición de la memoria se liquidó en apenas 45 minutos, como ha puesto de relieve la UCO.

La unidad policial llama la atención sobre este hecho en el informe remitido a la instructora: «23 días antes de la publicación de las bases para la cobertura del puesto que actualmente ocupa Luis Carrero» por parte del hermano del presidente del Gobierno «ya se estaría dando por hecha su incorporación al mismo».

«¡Gracias hermanito!», le responde eufórico Carrero ese mismo día. «De la incorporación no tengo noticia ni calendario», le escribe. «Lo último que me dijo Candalijas» (Manuel Candalija, director de la Diputación de Badajoz, también imputado) –añade– «fue a lo largo de noviembre». «Tu ve haciendo tus planes, porque me temo que esto va a ir para largo». En todo caso, le pone al corriente de que «en Moncloa ya solté la liebre» aunque «al haber cambiado la fecha y no poder decirles otra no sé muy bien cómo va a evolucionar el asunto».