Caso Auditorio
El presidente de Murcia no dimitirá y Cs amenaza con ir a los tribunales
En la reunión de hoy se elevará el pulso entre PP y Ciudadanos, que mantienen sus posturas.
En la reunión de hoy se elevará el pulso entre PP y Ciudadanos, que mantienen sus posturas.
El presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, tenía claro ayer, 24 horas antes de su reunión con Ciudadanos, que «en ningún caso» piensa dimitir por su presunta implicación en el «caso Auditorio», una vez que ha sido citado a declarar como investigado el próximo 6 de marzo ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJM).
En la sede del Ejecutivo en Cartagena, capital legislativa de la Comunidad Autónoma y en cuya Asamblea Regional son investidos los presidentes autonómicos, Sánchez recibirá hoy a las 12:30 al portavoz naranja en la región, Miguel Sánchez. Sobre la mesa, el análisis de la vigencia del pacto de investidura tras la investigación al presidente por los presuntos delitos de prevaricación, falsedad, malversación y fraude por el Auditorio de Puerto Lumbreras cuando Pedro Antonio Sánchez era alcalde de esta localidad.
El presidente murciano esgrimirá de nuevo su «inocencia» y presentará la «documentación precisa» para respaldar su actuación libre de culpa en el caso. Pero enfrente tendrá un socio de Gobierno cuyo empeño no es otro que expulsarle de la jefatura regional. Ciudadanos está haciendo todo lo posible para que Sánchez dimita: «Ese empujón, no les quepa ninguna duda, pondrá al presidente fuera de San Esteban», afirmó ayer el líder de la formación naranja, informa Efe. Para Sánchez, el presidente murciano está poniendo «excusas de mal pagador» para no cumplir el acuerdo de investidura, cuyo incumplimiento considera un «freno y una pared».
Si no hubiera acuerdo para la salida del actual presidente y la presentación de un candidato alternativo, Cs amenazó con una moción de censura. Pero desde la dirección de Ciudadanos se ha encontrado una vía alternativa para presionar al presidente de Murcia y no tener que pactar con PSOE y Podemos: denunciarlo por incumplir La Ley de Transparencia de la comunidad.
Del resultado de la reunión de hoy depende el futuro del Ejecutivo murciano, pero también el horizonte de la estrategia de Ciudadanos en la política nacional en la que está en juego la credibilidad del partido en materia de transparencia y donde se dirime su papel como socio de gobierno. En el tablero murciano, la posibilidad de un adelanto electoral no interesa a nadie. El secretario regional del PSOE, Rafael González Tovar, está al frente de una agrupación dividida. Los alcaldes socialistas le acusan de generar «crispación» por criticar a Susana Díaz y a la gestora federal. Respecto a Ciudadanos, la posición de Miguel Sánchez es delicada y es improbable su repetición como cabeza de lista. Y el secretario general de Podemos, Óscar Urralburu, se posicionó públicamente a favor de Íñigo Errejón, relegado a la segunda línea por Pablo Iglesias tras Vistalegre II.
Desde Madrid, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, porfiaba ayer en que la «única solución posible» para zanjar la crisis es que el presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, «se eche a un lado» y el PP siga gobernando con otro candidato que sea «capaz» y no esté imputado por corrupción. «Suponemos que alguien tendrán con esas dos características», dijo Villegas.
Por su parte, la consejera portavoz del Gobierno de Murcia, Noelia Arroyo, emplazó al día de hoy al ser preguntada por el ánimo con el que el presidente afronta la cita en Cartagena. «Ciudadanos podrá hablar de los asuntos que crea conveniente con el presidente y después habrá una comparecencia y, por lo tanto, esperar y ser prudentes a esa reunión, y a que se puedan abordar todos los asuntos», apuntó.
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