José Ignacio Wert
El PP se enciende por el nombramiento de Soria
Miembros de la dirección, molestos por la decisión tomada con «nocturnidad y alevosía», se preguntan: «¿No hay otro candidato? ¿Qué imagen vamos a dar?»
Miembros de la dirección, molestos por la decisión tomada con «nocturnidad y alevosía», se preguntan: «¿No hay otro candidato? ¿Qué imagen vamos a dar?»
José Manuel Soria, ex ministro de Industria que tuvo que abandonar su cargo por estar relacionado con paraísos fiscales, vuelve a situar al Gobierno y al PP en el centro de la polémica por la decisión de elegirle para que represente a España en el Banco Mundial. Un «premio» que encendió ayer al partido en una coyuntura política tan delicada y movediza como ésta, aunque nadie se atrevió a discutirle la decisión a Mariano Rajoy en su Comité Ejecutivo. Silencio de puertas adentro, y malestar filtrado oficiosamente y con declaraciones públicas que lo evidenciaron por parte de algunos dirigentes.
Soria dimitió en abril por el caso de los «papeles de Panamá». Rajoy le sostuvo todo lo que pudo con el argumento de que tenía que fiarse de sus explicaciones, y no le quedó más remedio que dejarle caer cuando fue un clamor que en sus declaraciones había contradicciones tan intensas que dejaban en evidencia «la mentira», como así lo señalaron entonces desde la propia dirección del PP. Soria fue entonces otro elemento añadido de desgaste para un partido dañado por los casos de corrupción, y del que Rajoy se desprendió «in extremis» para apagar el fuego, pese a su buena relación personal. Se presentó como una dimisión voluntaria. Hoy ha vuelto a «encender» a su partido y vuelve a abrir una herida en la imagen del PP, afectando incluso a su relación con Ciudadanos.
El nombramiento es a propuesta del Ministerio de Economía, pero con el beneplácito, claro está, de Rajoy. De hecho, para esa vacante había otros aspirantes como Alberto Nadal, pero no se aceptó su candidatura. En las filas populares ha molestado la decisión y las formas, que se haya hecho «con nocturnidad y alevosía», ya que de la información se enteraron incluso muchos con mando en Moncloa cuando salían del Congreso, tras la segunda votación del debate de investidura que el candidato del PP perdió.
Por poco que se rascase ayer en el PP, la crítica era parecida. «¿No hay otro? ¿Pero qué imagen vamos a dar?», se preguntaban hasta en la dirección del partido. La decisión de Rajoy de premiar a José Ignacio Wert con la embajada española la OCDE también sentó muy mal en las filas populares. Wert, el ministro peor valorado, abandonó su cartera con una nota nocturna de nueve líneas. Y también por la puerta de atrás consiguió ese puesto «dorado» al lado de su mujer, Montserrat Gomendio, muy bien remunerado y con residencia en una de las zonas más lujosas de París. Aquello ya se hizo en contra de buena parte del Gobierno y del partido, pero lo de Soria se ve todavía peor en las filas populares, precisamente por las razones que le obligaron a irse.
Tras el Comité Ejecutivo del PP, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, salió a vestir el discurso oficial y respaldó el nombramiento de Soria con razones que no convencieron ni a su partido. Su dimisión se produjo después de que se conociese la existencia de una empresa a su nombre en el paraíso fiscal de Jersey, pero Cospedal subrayó que no fue por corrupción, y que, por tanto, no es un tema de regeneración democrática. El plazo para ese nombramiento expiraba ayer, y lo apuraron para que no se conociese en tanto estaba en juego la investidura de Rajoy. Cospedal lo presentó como una cuestión técnica, y defendió el derecho de Soria a seguir con su carrera. PSOE y Podemos han pedido la comparecencia del ministro de Economía para que explique esta decisión «técnica», según la «número dos» del partido.
En paralelo, otros dirigentes hicieron patente su malestar. El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se limitó a decir: «No me aprieten», porque mi opinión al respecto es «manifiestamente mejorable». En su momento Herrera tuvo un litigio con Soria por la política sobre el carbón. Pero tampoco respaldaron al ministro otros referentes como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes: «Es un tema que tendrán que explicar quienes le hayan nombrado». Durante el Comité Ejecutivo, todos los que intervinieron lo hicieron sólo para apoyar a Rajoy en su batalla por llegar al Gobierno. Tomaron la palabra Cifuentes, Herrera, Pedro Sanz, Téófila Martínez y Luis de Grandes, además de Cospedal.
Las reacciones de los partidos políticos no se hicieron esperar. El PSOE calificó de «vergüenza» la situación y pidió que De Guindos comparezca en el Congreso. Así se manifestó el portavoz socialista, Antonio Hernando. Por su parte, el secretario de Podemos, Iñigo Errejón, censuró este «premio». «Soria: de ocultar cuentas en Panamá a alto cargo del Banco Mundial. Exigimos comparecencia de De Guindos en el Congreso», escribió el partido en Twitter. También el vicesecretario general de C’s, José Manuel Villegas, exigió que el Gobierno dé explicaciones. Villegas calificó este hecho como «algo inexplicable».
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