Barcelona
El motor del F-18 perdió potencia cuando comenzaba a elevarse
El teniente Fernando Pérez no pudo eyectarse y se estrelló en el interior de la base de Torrejón.
El teniente Fernando Pérez no pudo eyectarse y se estrelló en el interior de la base de Torrejón.
Era un vuelo de instrucción programado, de los que los pilotos de caza hacen habitualmente como parte de su entrenamiento. El avión que pilotaba el teniente Fernando Pérez Serrano comenzó a rodar por la larga pista de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), pero algo no iba bien. Lo normal es que estos aviones de combate no necesiten la totalidad de la pista para despegar, pero en esta ocasión el piloto prácticamente la agotó. Algunos testigos escucharon un ruido extraño y justo cuando el F-18 comenzaba a elevarse, uno de sus motores se quedó sin potencia, viró levemente hacia la derecha y acabó estrellándose contra el suelo. Se trata del segundo accidente mortal de un caza español en cinco días, después de que el pasado día 12 se estrellase un Eurofighter cuando se disponía a aterrizar en la base de Los Llanos (Albacete)
Eran aproximadamente las 11:00 cuando la explosión y una bola de fuego hicieron saltar todas las alarmas. Ocurrió en cuestión de segundos y el piloto no consiguió eyectarse para salvar su vida. El avión cayó en el interior de la base aérea, a unos 500 metros del centro comercial Parque Corredor. El caza prácticamente quedó desintegrado y en la zona del impacto podían verse pequeños restos del mismo, como el morro o partes del ala.
Hasta el lugar se desplazaron varias unidades de bomberos y sanitarios, aunque finalmente no fue necesaria su intervención, ya que los medios con los que cuenta la base se hicieron cargo de la situación. Los sanitarios no pudieron hacer más que certificar la muerte del teniente.
Junto a ellos también se trasladó un equipo de la Comisión para la investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM), dependiente del Ejército del Aire, que será la encargada de recabar toda la información sobre las causas del siniestro para tratar de esclarecer lo ocurrido. Una investigación que podría prolongarse durante meses.
En el momento del siniestro, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, acababa de llegar a Cataluña, donde iba a visitar el cuartel de El Bruch (Barcelona) y el de San Clemente de Sasebas (Gerona), en los que se alojan 400 policías y guardias civiles. Aunque recortó su visita para regresar a Madrid, hizo unas declaraciones en las que anunció que comparecerá «en el Congreso o donde se considere oportuno» tan pronto como concluya la investigación, para informar de las causas de estos dos accidentes de cazas de combate.
Tras aterrizar en Torrejón, Cospedal se reunió con los familiares del teniente Pérez Serrano para trasladarles personalmente sus condolencias y su apoyo. Acompañada por el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general Fernando Alejandre, y del jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general Javier Salto, la ministra conversó con ellos durante unos minutos. Se da la circunstancia de que el padre del piloto es coronel del Ejército del Aire en la reserva. A última hora de ayer se instaló en la base la capilla ardiente por el teniente, cuyo funeral tendrá lugar hoy a las 20:30 y será presidido por la ministra.
España tiene en la actualidad 85 F-18, los cuales entraron en servicio en el Ejército del Aire en 1986. A pesar de que la gran mayoría se han ido modernizando y que aún tendrían por delante otra década de vida, el debate sobre su sustituto lleva meses sobre la mesa. Para ello se barajan dos principales candidatos: el F-35 estadounidense o la versión más moderna del actual F-18.
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